Muchas voces críticas están poniendo el acento en el hecho de que los actuales medios de comunicación interpersonal están agravando el problema del acoso escolar.
Se proyecta de este modo una visión muy negativa de las nuevas tecnologías, particularmente de aquellas más relacionadas con la permanente comunicación entre usuarios.
Es un tema clásico: siempre que una invención disruptiva cambia nuestra relación con nuestro entorno, surgirá el debate sobre si la invención trae más ventajas o desventajas, algo importante porque es necesario tener en cuenta las múltiples consecuencias del uso de cualquier nuevo avance, desde las mejores hasta las peores.
La creatividad humana, para bien y para mal, no se agota en las nuevas invenciones: muchas veces los progresos tecnológicos demuestran tener usos perjudiciales muy distintos de aquellos para los que fueron creados. Por ejemplo, para vigilar a los usuarios sin su permiso.
LA TECNOLOGÍA COMO HERRAMIENTA EN LA PROPAGACIÓN E INTENSIFICACIÓN DEL ACOSO ESCOLAR
Desgraciadamente, los críticos de la tecnología tienen base en cuanto a su mala utilización por parte de los acosadores en entorno escolar. Es el fenómeno denominado "ciber-bullying".
Consiste en el uso de las aplicaciones de mensajería instantánea para humillar y amedrentar a las víctimas. En ocasiones, este comportamiento agresivo y vejatorio sale del ámbito estrictamente privado y pasa al público, produciéndose en redes sociales a la vista de amigos comunes y compañeros de escuela.
Los agresores extienden así el ámbito espacial y temporal de sus actos, con lo que las víctimas no logran un respiro solo por salir del ámbito escolar.
La posibilidad de ser objeto de este tipo de acoso las veinticuatro horas del día, todos los días, tiene unos efectos devastadores en la autoestima de las víctimas.
Esta situación está provocando que muchos adolescentes presenten cuadros depresivos agudos. Y según los más jóvenes van accediendo a las nuevas tecnologías a edades cada vez más tempranas, se incrementa el riesgo de depresión infantil por estas causas.
LA TECNOLOGÍA COMO HERRAMIENTA DE PREVENCIÓN Y DETECCIÓN DEL ACOSO ESCOLAR
Como es sabido, las invenciones tecnológicas son tan beneficiosas o perjudiciales como el uso que hagamos de ellas. Del mismo modo que pueden utilizarse para incrementar la presión para una víctima de acoso escolar, pueden utilizarse para prevenirlo y para detectarlo.
Muchos padres son conscientes de que hoy por hoy sus hijos tienen una faceta "virtual" debido al tiempo que pasan en Internet y a las relaciones que entablan a través de la red de redes. Los softwares de control parental facilitan que los niños y adolescentes no accedan a contenidos inapropiados para sus respectivas edades.
Asimismo posibilitan que los padres monitoricen no solo el tiempo que sus hijos pasan en Internet sino las webs que visitan son apropiadas.
Mayores dificultades presenta el control de los teléfonos móviles. Actualmente son pequeños pero potentes ordenadores con conexión permanente a Internet a través de la WiFi y con miles de distintas aplicaciones disponibles. Incluso algunas de mensajería instantánea destruyen los mensajes al poco de ser leídos o vistos, con lo que trazar el acoso se vuelve más difícil.
La tecnología está al servicio de sus usuarios. Por lo que si falla la responsabilidad con la que estos se comportan, ningún avance tecnológico será suficiente para suplir el comportamiento ético exigible a cualquier miembro de la sociedad.
En lo que a niños y adolescentes respecta, los padres pueden utilizar los medios tecnológicos para protegerles del acoso escolar o para impedir que se conviertan ellos en los acosadores de otros estudiantes; pero siempre serán necesarios la presencia y el ejemplo de los padres para inculcar un comportamiento ético en los niños y adolescentes.