Pontevedra vive la semana de los reencuentros

14 de agosto 2013
Actualizado: 18 de xuño 2024

Pontevedra vive la semana de los reencuentros. Las fiestas propician la reunión de/con familiares y amigos.

La ciudad transpira un bullicio especial. Las calles y plazas son un hervidero -también ayuda el calor reinante-. Y lo que en general es una ciudad tranquila parece una urbe agitada de tráficos, aunque sólo sea el espejismo de una quincena de agosto.

Estas fechas son probablemente también el momento más PTV del año. Los toros, el baile del Casino, la procesión, las cenas en las terrazas del centro histórico⿦

Una cita a la que este año falta el Presidente del Gobierno. El mismo que otrora ejercía de vecino de esta capital.

¡Cómo te ha cambiado el cuento, Mariano!

No hace tanto que el Rajoy ministro todavía se dejaba ver en los palcos del coso de San Roque fumándose un veguero, acompañado de su pandilla de habituales. Veraneaba en su piso de Sanxenxo y andaba de punta a punta el paseo marítimo de Silgar.

Ahora está escapado. También de vacaciones.

Se ha pasado casi todo el curso político parapetado en el burladero, prefiriendo comparecer desde un plasma que dando la cara.

Ahora se aloja en un establecimiento de turismo rural en Ribadumia, A Casa de Alicia, lugar recomendado por Louzán que le permite a los escoltas así como al notorio despliegue policial que se ha montado, filtrar el entorno de periodistas, manifestantes y mirones.

Horas después de llegar a su lugar de veraneo, semeja que quiso desembarazarse de la presión informativa con esas fotos que más bien parecen el clásico posado veraniego de la Obregón en Baleares.

Rajoy (eso sí, un poco más largo de ropa que Anita) se dejó fotografiar en plena caminata por la Ruta da Pedra e da Auga.

Por cierto habrán reparado en su acompañante. Suárez Costa, el presidente del Puerto de Marín. Y, sí claro, el marido de la ministra Pastor. "JoséBe" es un tipo fiel y discreto. Como su mujer. Una buena compañía para hacer kilómetros y charlar lo justo y necesario.

Si alguien dudaba -incluso después de la tragedia de Angrois- de la continuidad de Pastor como ministra, el primer posado veraniego del presidente desmiente cualquier rumor.

Aislado en Ribadumia, Rajoy también se escabulle de los cientos de preferentistas que se manifestaron en Sanxenxo, con parada ante el edificio Barco; de los constantes vaivenes del caso Bárcenas; de los rumores incesantes sobre las cabezas que rodarán en el PP y en suma de cualquier asunto espinoso que le resulte incómodo, en forma de pregunta periodística.

Mientras aquí en Pontevedra (su ciudad de adopción pues él mismo acaba de recordar su condición de compostelano de cuna), la ausencia de Rajoy dejó paso a otra comidilla que causó furor entre el sector más PTV de la 'city'. Las habrán visto: personajes de papel couché, ya con cierto aire rancio. Las Preysler, Bordiú y demás señoras que lucieron sus bótox y otros recauchutados en los tendidos de San Roque.

Sin embargo todos estos destellos no podrán hacerme olvidar que cuando se disipe el rebumbio agosteño, nos daremos de morros con la contundente situación económica.

En otoño vamos a testar los cantos de sirena del Gobierno y su entorno mediático que 'nos venden' contrataciones temporales y estacionales como signos de recuperación, cuando se trata de simples camuflajes como nos tememos muchos desengañados.

También de este estado de ánimo anda escapado Rajoy quien prefiere evitar darse de bruces con la cruda realidad que representamos 102.769 parados registrados en esta provincia que elige para veranear.

Muchos por cierto, 'debemos' a su reforma laboral, sí la que aprobó este Gobierno, hallarnos en las listas del INEM.

La pretendida flexibilización de los despidos ha disparado el desempleo porque numerosos empresarios sin escrúpulos se han servido de ese instrumento para aligerar plantillas mediante la practica de 'caza mayor'.

Por cierto, en este punto, un apunte personal para cuántos se han interesado: gané en primera instancia como ya sabrán muchos de ustedes. El Juzgado Social nº 4 declaró que mi despido no fue objetivo por causas económicas sino improcedente y debía de ser correspondientemente indemnizado.
La otra parte recurrió. Era esperable. Así que habrá prórroga en el Tribunal Superior de Justicia de Galicia.

Ya les contaré por que como les decía al principio, en esta semana de los reencuentros, he decidido romper 8 meses de silencio y aceptar la invitación de PontevedraViva para asomarme a los asuntos de actualidad desde la columna digital que me brindan.

Será un placer.