Valdivia es una ciudad que en las últimas décadas le dio la espalda al río. Hasta mediados de siglo, el río Calle-Calle era la principal vía de la ciudad, momento a partir del cual, la creciente industrialización empezó a alejarlo de sus ciudadanos.
Los valdivianos, conscientes de que estaban perdiendo competitividad respecto a otras urbes, decidieron que sólo ellos podían cambiar el destino de su ciudad. En vez de hacerse la víctima y realizar manifestaciones partidistas contra sus empresas o administraciones, se sentaron y definieron qué tipo de ciudad querían ser y qué necesitarían para alcanzarla. Nació así Vision Valdivia con el objetivo transformar la Ciudad y Región de Valdivia en la Capital Náutica del Pacífico Sur. Desde entonces, este organismo público-privado se encarga de aglutinar a todas las empresas del sector, instituciones públicas, Universidad Austral y ciudadanos en la realización de proyectos ampliamente aceptados por la comunidad.
En Pontevedra, el único proyecto de ciudad que yo he visto hasta ahora fue el que presentó Telmo Martín con A Nova Pontevedra. Habrá gustado o no (eso es interpretación de cada uno), pero fue la primera vez que alguien se atrevía a decirnos cuál era la visión de ciudad de futuro a la que aspirábamos, con el Lérez como protagonista.
Aquí, caminamos sin rumbo hacia una ciudad de servicios y funcionarios, sin oportunidades ni futuro para nuestras generaciones venideras. Pasan los años y malgastamos nuestras fuerzas en medidas estériles, como los recursos contra las autorizaciones ambientales integradas a ENCE que lidera uno de los brazos del BNG, Antón Masa.
Con un proyecto estratégico de ciudad y unas asociaciones o colectivos realmente preocupados por la Ría y el futuro de su ciudad, jamás se hubiera permitido el Macronudo de Celulosas o el Puente das Correntes en pleno corazón de las Marismas de Alba. No se permitiría la aberración de redirigir todo el tráfico de la ciudad hacia ambos lados del río y no se estaría consolidando la autovía de Marín; primero, con una actuación en plena desembocadura del Gafos y, segundo, con el proyectado paseo hasta Placeres.
Observen el siguiente vídeo institucional de Visión Valdivia.
"Nuestra ciudad navegó a la deriva, sin un rumbo claro y ausente de liderazgos durante muchos años. Solo había que mirar con otros ojos, con otra visión. Son inagotables las oportunidades que existen de su irrepetible y particular geografía e identidad (...)
Es el legado que queremos dejar a generacions venideras, recuperando así siglos de historia que situaron a nuestra ciudad como puerto de ingreso a la ciencia, la cultura y el emprendimiento."
Seguiremos
03.03.2013