Como cualquier pontevedrés de mi generación tuve que emigrar para encontrar un trabajo que no fuese en el mundo de la hostelería o del negocio franquiciado que es el que impera en nuestra querida Pontevedra, cerrada desde hace más de una década a cualquier tipo de inversión foránea.
Así, durante el año 2010 -gracias a una inestimable amiga-, estuve trabajando en un pequeño pueblo situado en el sur de Chile, Dalcahue. Una pequeña población ubicada en la región patagónica en la que se tarda de media unas 33 horas en llegar desde aquí.
En los pocos ratos libres que tenía intentaba conocer todos los rincones y ciudades que podía. De entre todos estos parajes una urbe que me llamó sobremanera la atención: Valdivia.
Cuando la observé por primera vez, enseguida se dibujó en mi mente la ciudad de Pontevedra. Es una urbe que se ordena urbanísticacamente practicamente igual que nuestra Pontus Veteris. Acampa al lado de un río que zigzagcea en busca del Pacífico de la misma forma que nuestro Lérez busca la Ría a su paso por el casco urbano.
En estas lides uno piensa que puede ser causa de esa añoranza por la tiera denominada morriña, como si de un espejismo en el desierto se tratase. Utilizando el Google Earth pude comprobar que, en efecto, aquello que observaba se confirmaba como un oasis.
Valdivia -como nuestra Bella Helenes- también es capital de Provincia, de la que toma su nombre, Provincia de Valdivia, y tiene una población estimada de alrededor de 120.000 habitantes. A pesar de ser mucho más numerosa que Pontevedra se observa perfectamente como dos puentes son suficientes para mantener el tráfico circulatorio.
Con una flora y clima y oceánico similar al nuestro uno se pregunta cuáles son las actividades industriales de una urbe que no tiene una ciudad motor económico como Vigo a 15 minutos. La industria de la metalurgia, construcción naval, maderera, papelera, celulosa (Celco), cervecera y molinera son los ejes sobre los que pivota su economía.
Prestán especial atención hacia el turismo creando eventos muy diferenciados del resto de ciudades de su entorno. Destacamos dos, como el Festival de Cine Internacional de Valdivia o Lluvia de Teatro.
En materia deportiva, el Remoes el principal deporte de Valdivia contando con tres clubes en la ciudad: El Club Deportivo Phoenix Valdivia, Club Centenario de Remeros y El Club de Remeros Arturo Prat, con títulos mundiales incluidos (Cristian Yantani y Miguel Cerda. Sevilla-2002) y numerosas participaciones en Juegos Olímpicos.
A pesar de ser una ciudad pequeña cuentan con su propia Universidad en la que destaca el centro de estudios científicos avanzados más importante del país, el CECS.
Como se puede observar cualquier comparación con Pontevedra, de una ciudad practicamente igual en forma y tamaño, se hace inevitable. Les dejo a ustedes extraer las conclusiones.
Continuaremos.
21.02.2013