El pico más famoso del mundo no es la película del mismo nombre estrenada en 1983 por Eloy de la Iglesia. El pico más famoso del mundo es en realidad un piquito. Sí: el que propinó Rubiales a Jenni Hermoso con motivo de la victoria en el Mundial Femenino de fútbol de 2023. Sin consentimiento, según la futbolista y el juez de la Audiencia Nacional. El pico más famoso del mundo no hace tampoco referencia al pelotazo de 24 millones que pactó Rubiales con Gerard Piqué (perdón: Rubi con Geri) por llevar la Supercopa a Arabia Saudí. Un buen picotazo.
En nuestro país suceden cosas que parecen de otro mundo, pero están en este. Como que el abogado del novio más famoso que tenemos, Alberto González, esté acusado por Anticorrupción de estafa.
Así es: la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada solicita más de tres años de prisión para Carlos Neira, ex perito asesor de Rodrigo Rato (conocido delincuente, ocupación que simultaneaba con la política) y ahora abogado del novio de Isabel Ayuso "la Perseguida".
Otra de las cosas inauditas, paradójicas y hasta paralepípedas que pasan por aquí tiene que ver con la implicación de Íñigo Errejón y Juan Carlos Monedero en sendos caso de toqueteo a mujeres sin su consentimiento, (en la más suave de las interpretaciones, que ya le llega). En todo caso, lo del ex presidente de la Federación Española de Fútbol es "pataca miúda" (Caneda dixit) comparado con lo de estos seres vivos.
Mientras, en Estados Unidos Musk y Bannon hacen el saludo fascista en distintas comparecencias públicas, desatando la envidia de Millei que se ve imposibilado para imitarles por tener que atender a su motosierra. Hay que tomárselo así, a chirigota, porque de otro modo no se puede. Claro que igual la proximidad de ese meteorito que podría impactar en nuestro planeta en 2032 puede ofrecer alguna explicación. Tal vez toda esta especie de mascarada carnavelesca se esté produciendo por un devenir inexorable que acabará en una traca final que será puntualmente informada por la NASA, entre otros.
Parece ser que el meteorito tiene entre 50 y 90 metros de diámetro (podría destruir una ciudad entera, según el máximo nivel de riesgo de impacto). Aunque en realidad los cálculos más pesimistas establecen en un 3,1% la probabilidad de impacto con nuestro planeta, con lo que volvemos a punto de partida. Los meteoritos más insidiosos son los que tenemos entre nosotros.