Machada matutina

09 de abril 2018
Actualizado: 18 de xuño 2024

Sean cuales sean los jugadores que salgan deberán dejar meridianamente claro (tal y como hicieron ayer) que el Pontevedra CF no está por la labor de bajar a tercera sino de salir a flote como merece su gente y poner quien sabe si la primera piedra para un futuro algo más alentador.

Lo exigía tanto la situación en la tabla como el calendario de los últimos seis partidos de Liga. A pesar de la cómoda victoria frente al Talavera seguíamos en descenso directo y por delante cuatro partidos de esos seis a disputar serían lejos de las confortables gradas de Pasarón. 

¿Consecuencia? O se lograba hacer lo que hasta ahora había resultado casi imposible, esto es, ganar fuera o no habría nada que pudiera evitar el descenso.

Y las circunstancias que rodeaban el primero de esos cuatro encuentros a domicilio no resultaban precisamente muy alentadoras. En primer lugar por el propio rival, Navalcarnero, incrustado sorprendentemente en el cuarto puesto de la clasificación y que se había tomado el choque como el primer espaldarazo para cristalizar su sueño del play off de ascenso. En segunda instancia por el horario matutino que al Pontevedra casi siempre le sienta auténticamente de pena. De hecho, de los seis puntos conseguidos hasta ayer fuera de casa sólo uno (Adarve) se había obtenido en partidos jugados a esa dichosa hora de las 12 de la mañana.

Por último, (y a pesar de que lamentablemente por las carencias de instalaciones con las que cuenta el Pontevedra para entrenar el equipo suele ejercitarse en muchas ocasiones en campos con hierba sintética) el hecho de que el terreno de juego rival estuviese compuesto por hierba artificial hacía torcer de nuevo el morro a la parroquia pontevedresa.

Sin embargo, ninguno de esos condicionantes previos ni otros acontecidos durante el partido pudieron evitar que de una vez por todas el Pontevedra CF "soltase" un partido fenomenal como visitante y obtuviera un triunfo absolutamente vital que acerca bastante más esa permanencia tan deseada y tan necesaria para la institución granate. 

Y es que según las crónicas el Pontevedra no sólo ganó sino que fue mejor ayer por la mañana en Madrid y demostró al fin con hechos y no solo con palabras que el equipo es capaz de ganar partidos lejos de nuestra ciudad a base de concentración, trabajo y ese acierto que siempre es imprescindible y que ayer también apareció en esta localidad del sur de la Comunidad de Madrid.

De la mano de la "vieja guardia" granate formada por Edu, Kevin, Alex Fdez y Mouriño (ayer otra vez en el campo como titulares) y después del clásico susto de las doce y un minuto que Edu pudo solucionar, cuentan esas crónicas que el Pontevedra se plantó como es debido en el campo; defendió con orden las embestidas locales y se desplegó en ataque lo suficiente como para no sólo hacer los dos goles sino también crear varias oportunidades adicionales para marcar.

Alex González hizo el primero antes del descanso continuando su gran semana anotadora iniciada el Miércoles en el último suspiro de la ida "garrrafona". Eder Díaz, por su parte, convertía en la segunda parte el 0-2 que ponía algo más de tranquilidad en el marcador y certificaba la "machada" granate en Madrid que a buen seguro casi ninguno de nuestros rivales esperaba a priori y que les habrá producido un buen "tantarantan" en sus corazones al enterarse del resultado.

Sobre Eder es justo decir que "a la chita callando" ya ha logrado con el de ayer cuatro goles en la Liga y algunos de ellos (como el de Coruxo y sobre todo el de ayer) trascendentales para asegurar puntos para el equipo. No era el delantero que el que esto escribe esperaba en el mercado de invierno (sobre todo después de las expectativas creadas por el propio club de cara a ese mercado) pero lo que resulta innegable es que por lo menos en este último mes de competición y con sus limitaciones está siendo un hombre importante y ojala lo siga siendo en estos tan emocionantes como estresantes cinco últimos encuentros de la temporada liguera. 

Cuando estamos en una situación clasificatoria como la actual, una victoria como la obtenida en Navalcarnero hace que la jornada ya sea extraordinaria pero como suele pasar en estas ocasiones la gran alegría que por fin nos ha proporcionado el Pontevedra CF se ha visto acompañada con algunos otros marcadores harto convenientes para nuestros intereses. Las derrotas de Segoviana fuera y Coruxo en casa nos vienen muy bien para el futuro. 

No sorprenden demasiado los tres puntos ganados por el Valladolid B en los Anexos de Zorrilla dada su excepcional racha en la segunda vuelta aunque a su victoria se le puede sacar el dato positivo de haber sido lograda contra un Guijuelo que se viene abajo y al que podríamos superar en la tabla de ser capaces de vencerles aquí el próximo Domingo.

Del duelo de rivales directos entre Racing y Toledo habría preferido un empate pero de ganar alguno entiendo mejor para nosotros que esa victoria haya sido conseguida por el Racing de Ferrol pues el Toledo partía por delante al comienzo de la jornada.

Sea como fuere, al margen de las aventuras y desventuras de nuestros más directos contrincantes para eludir el descenso, lo verdaderamente trascendental es que el equipo haya podido encontrarse a sí mismo como visitante cuando era obligatorio hacerlo.

Es de esperar que esta victoria sufrida (a pesar del 0-2 que levante la mano quien no pensó a lo largo de los últimos diez minutos y el descuento en "un nuevo Guijuelo") y muy meritoria convenza a la plantilla que jugar fuera de casa no es sinónimo de derrota y le aporte un refuerzo psicológico importante que tan bien puede venirle para esos dos duelos consecutivos contra rivales directos que llegarán en dos semanas.

Antes el Guijuelo. Y para ese partido no dudo que esa afición granate (a la que también podría aplicársele ese slogan de hace unos años "me mata, me da la vida" de un conocido equipo de Primera División) jugará su papel apoyando con entusiasmo a sus colores sabedores de la importancia suprema de los puntos en juego.

Será otra batalla para la que tendremos la baja "gorda" de Alex González si se confirma u sanción por cinco amarillas pero en la que sean cuales sean los jugadores que salgan deberán dejar meridianamente claro (tal y como hicieron ayer) que el Pontevedra CF no está por la labor de bajar a tercera sino de salir a flote como merece su gente y poner quien sabe si la primera piedra para un futuro algo más alentador.