La universalización de la educación y las nuevas tecnologías

20 de marzo 2016
Actualizado: 18 de xuño 2024

Se habla mucho del efecto material que los avances tecnológicos tienen en nuestra vida diaria. Las aplicaciones en áreas como el transporte, la construcción, la eficiencia energética, la medicina y el ocio suelen ser las que acaparan la atención.

Pero una de las consecuencias más poderosas de la rápida expansión de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) es la reducción de las barreras de acceso al conocimiento.

Instrumentos al servicio de las TIC.

En pocos años hemos sido testigos de grandes avances en todo lo relacionado con las comunicaciones y la informática. Por ejemplo, ahora tenemos pequeños teléfonos móviles con mucha más memoria y capacidad de procesamiento que nuestros primeros ordenadores. 

Mejor aún, podemos almacenar y tratar cantidades enormes de datos sin necesidad de guardarlos en ningún dispositivo físico gracias a la nube.

La fibra óptica permite unas velocidades de conexión a la red que dejarían asombrados a quienes una vez soñaron construir Internet. Asimismo, las conexiones inalámbricas como la actual wi-fi y la futura li-fi, aumentan nuestra comodidad de acceso a las TIC y a todo lo que nos pueden ofrecer.

Disminución o eliminación de barreras socioeconómicas, geográficas y culturales.

¿Podíamos antes acceder a las mejores universidades del mundo? Sin duda, las barreras económicas y geográficas suponían un relevante impedimento para muchos millones de personas, por muy ávidas de conocimiento que estuvieran.

Aunque estas universidades siguen siendo muy exigentes a la hora de seleccionar a su alumnado, cada vez son más las instituciones educativas de prestigio que ponen de modo gratuito a disposición de cualquiera con tiempo y una conexión a Internet, muchos contenidos de calidad; desde charlas y seminarios a cursos con acceso a acreditaciones oficiales, ya sea de manera gratuita o a precios incomparablemente menores de los que nos cobrarían por acudir físicamente al centro educativo en cuestión.

Pero las ventajas de las TIC no solo son relevantes en el acceso al conocimiento sino también en la posibilidad de compartir, criticar y debatir ese conocimiento entre personas de distintos ámbitos sociales y culturales, lo que enriquece la visión de todo aquel dispuesto a escuchar a otros. Esto procura un mundo mucho más rico y con menos fronteras.

Nuevos modelos, nuevas oportunidades.

Muchas personas, instituciones y empresas están aprendiendo a aprovechar las novedades que las TIC proporcionan en todos los ámbitos, incluido el educativo. 

Por ello son cada vez más las iniciativas públicas y privadas que no quieren perder el tren de la innovación y apuestan por una mayor integración de las nuevas tecnologías en todos los tramos del proceso educativo, desde preescolar hasta postgrado.

Además, teniendo en cuenta el grado de penetración de la tecnología en la vida diaria, una educación que dé la espalda a los avances tecnológicos pondrá en desventaja a los estudiantes, tanto en su presente como en su futuro. 

Por el contrario, un buen desempeño con las tecnologías de uso frecuente no solo contribuirá a un mejor desempeño de los alumnos, sino que facilitará su integración laboral cuando sean adultos e incluso fomentará una mejor visión de sí mismos, más autónoma, independiente y resolutiva.

Igualmente, una utilización inteligente de las TIC en el proceso educativo puede significar un gran ahorro de recursos, tiempo y dinero, optimizando y potenciando las inversiones realizadas.

Las TIC están aquí para quedarse. Puede debatirse acerca de su uso más óptimo, pero no puede negarse que son el presente y el futuro. Según avancen los años, su extensión e importancia seguirán creciendo y de la utilización que de ellas realicemos dependerá gran parte del devenir del siglo XXI.