A lo largo de los siglos, se nos ha explicado de formas distintas , sociales, literarias, el concepto de cordura. Pareciera que el estándar de la pretendida normalidad se basa en llevar una vida al uso, procrear, tener un trabajo más o menos estable y seguir cumpliendo Primaveras según avanza el reloj, para poder aspirar cada vez a un nivel de vida más alto económicamente, y libre de cargas materiales, lo cual redunda en el concepto de lo que es una persona "cuerda" y "bien formada".
Si las profesiones o elecciones que no son "al uso" , como artista, cantante, fotógrafo, clown, influencer, suponen una incursión en la "locura" ardiente de las masas, contribuyendo con ello al servicio social de la catarsis de masas, hemos de plantearnos que existen otras formas de comunicación y trabajo útiles a la sociedad , aunque no cumplan los esquemas "normativos", o quizás precisamente por eso.
El fuego existente en las venas , el pálpito de las masas, supone una explosión de la creatividad constante, una quimera realizable cuando se rompen los cánones de lo establecido y las personas se dedican a profesiones o vocaciones alternativas, como alpinista, patinadora, pintor…
Existen múltiples caminos de explorar la psique y los recursos individuales, y varios de ellos pasan por caminos inexplorados, explotar recursos y habilidades propias, tentar los límites de lo posible y trascender fronteras, desarrollar otras habilidades más allá de lo normalmente establecido.
Formas de vida alternativas, formas de sentir y de ser existentes en un universo paralelo que es la potencialidad humana, en la cual todos los talentos pueden ser válidos y todas las formas de vida legitimadas siempre que no se dañe al resto y se exploren talentos constructivos.
Más allá de la pretendida cordura de un horario de oficina y una ocupación al uso, existen muchas otras maneras de sentir, vivir y explorar el mundo, muchas de las cuales contribuyen a construir un sentido único , tal vez loco y sin duda maravilloso, que le da al germen de la especie humana una cualidad inenarrable, la diferencia y la ternura de construir realidades varias en un marco de creatividad y vida.
Siempre podemos plantearnos cómo es la fórmula que nos lleva a sentirnos distintos, únicos y esencialmente nosotros, dentro de un universo coronado por la mediocridad y el silencio.La respuesta siempre está dentro: exteriorizar lo más íntimo y despreciar los límites para lograr lo que creíamos imposible.