La barbarie del Morning Star

10 de febreiro 2013
Actualizado: 18 de xuño 2024

Una barbaridad. Así es como inmediatamente definí cuando me enteré que en la reciente Fiesta Pirata de los Martes de Carnaval van a recrear la batalla entre el Burla Negra, de Benito Soto, y el Morning Star de los ingleses.

El vocablo barbaridad procede del latín barbarus, que a su vez procedía del griego barbaros. Sus derivaciones posteriores han formado también las palabras barbarismo, barbaridad, barbárico, bárbaro y barbarie. ÿsta última sirve perfectamente para ilustrar lo que aconteció entre el Burla Negra y el Morning Star: una barbarie.

Benito Soto de Aboal, por medio de un motín, se había apoderado del bergantín denominado Defensor de Pedro en la bahía de Ohué, en el enclave portugués de Mina (actual Ghana). De los 7 barcos que abordó y saqueó en su trayecto hasta Galicia, que duró poco más de 50 días, el Morning Star fue el primero.

Quiso el destino que un mercante de tres mástiles inglés (conocidos como indiaman por pertenecer a la compañía inglesa East Indian Companies) se cruzase en su regreso a Inglaterra con el Defensor de Pedro. El Morning Star regresaba de Ceilán (actual Sri Lanka) con carga general, 17 inválidos del ejército colonial, cuatro esposas de soldados destacados en la India y nueve niños.

Benito Soto y su tripulación tomaron el mercante que no tenía defensa alguna, asesinaron a casi todos los hombres a sangre fría, cargaron todos los objetos de valor y para celebrarlo violaron a las mujeres durante toda la noche. Antes de marcharse encerraron a los supervivientes en el sollado del barco y lo barrenaron para que se hundiese y no quedasen testigos.

Con lo que no contaban es con que los supervivientes consiguiesen liberarse a tiempo de evitar el hundimiento y conseguir fabricar un aparejo que los moviese para llegar a su destino. Inglaterra conmocionada con tan semejante atrocidad juró capturar a Benito Soto, algo que consiguieron en Cádiz, tan sólo unas semanas más tarde.

Realizada esta introducción fidedigna de los hechos uno se pregunta de quién ha sido la brillante idea de celebrar y festejar uno de los episodios más sangrientos y macabros de nuestro pirata más famoso. Como ya comenté en otro artículo anterior, nada tengo en contra de celebrar los martes de Carnaval con una ambientación pirata, incluso utilizar a Benito Soto me parece acertado, pero siempre y cuando sea el propio pueblo el que organice y lidere estos festejos.  Nadie dijo que los piratas fueran buenas personas y poder disponer en nuestra historia del que dicen que fue el último da sentido y guión a esta fiesta. Pero de ahí a recrear con nombre y apellidos una matanza hay una gran diferencia.

Contratar a empresas privadas a golpe de talonario fácil siempre es mala opción y pueden ocurrir cosas como ésta, en donde por desconocimiento del hecho histórico vamos a cometer una tropelía que nos puede avergonzar. Si hubiesen consultado o informado al menos antes a la oposición o colectivos vecinales hubiésemos advertido de magno error e incluso sugerido la opción de introducir la figura de la mujer pirata como nos narra Henry Musnik en el libroLes Femme Pirates y así evitar esta macabra celebración ajena a la propia idiosincrasia de un Carnaval.

Y una cosa más, fue justo después de la barbarie con el Morning Star cuando cambiaron el nombre al Defensor de Pedro, denominándolo La Burla Negra.

 

10.02.2013