Hasta dónde yo sé, hacer el canelo significa actuar de forma ingenua, hacer el tonto o comportarse como tal. Por tanto, sin ser un académico, entiendo que no es, ni mucho menos, una expresión que caracterice a alguien por tener muchas luces o que ensalce su inteligencia. Más bien todo lo contrario, se utiliza para tratar de ningunear alguna acción o cuando queremos ridiculizar a alguien.
Pues eso mismo es lo que piensa Borja Sémper, que los españoles gallegos, vacos o catalanes que compartimos la riqueza de tener un idioma propio, somos ingenuos y tontos. De no ser así, no se entendería que el derecho a utilizar las lenguas cooficiales en el Congreso de los Diputados, lo considere "hacer el canelo".
No es baladí que sea precisamente el vicesecretario de Cultura del Partido Popular quien, de un plumazo, califique a los millones de españoles que hablan las lenguas españolas que no son el castellano en todo el Estado, de ingenuos.
El ideólogo del Verano Azul del PP, ataca de nuevo para menospreciar y considerar una idiotez que los representantes de la ciudadanía hablen en gallego en la casa de la democracia. Un nuevo ejemplo de la importancia que tiene la cultura para el PP, y la enésima demostración de lo que, de verdad, es hacer el canelo.
Sin embargo, sin ánimo de corregir a todo un vicepresidente de Cultura, le diría al señor Sémper que, hacer el canelo, es prohibir a los diputados del partido hablar gallego en el Congreso. Hacer el canelo, es considerar que sus señorías son correveidiles que obedecen las órdenes del partido y que no están para pensar, solo para pulsar un botón cuando se les ordene. Es verdad que no difieren mucho de los diputados de los otros partidos, pero, al menos, en esta ocasión, los demás han dado libertad a sus diputados para que se expresen en el idioma que deseen.
Hacer el canelo es, en definitiva, no reconocer la diversidad cultural e idiomática del estado español y contravenir a la propia Constitución. Efectivamente, esa misma que tanto mientan cuando les conviene.
¿Cabe mayor desprecio por la cultura y los idiomas de España? ¿Qué piensan los diputados del PP gallegos, catalanes o vascos de esto? ¿Están de acuerdo o, por el contrario, aceptan de forma sumisa su papel de correveidile?
Por cierto, ¿con qué cara vuelven a sus regiones para decir que se niegan a defender su idioma en Madrid?
Y lo más grave, todo ello, a pesar de que el PP cuenta con el único candidato a la investidura que habla uno de los idiomas cooficiales y que, con esta actitud tan poco democrática, queda en evidencia y hace el canelo.
En definitiva, a ver si lo he entendido bien. ¿El que habla gallego lo desprecia, y los que no lo hablan, defienden el derecho a hacerlo? No puede ser, es posible que no lo esté entendiendo bien. O puede que sí, y esté haciendo el canelo… como Feijoo.