El waterpolo en Pontevedra

27 de outubro 2017
Actualizado: 18 de xuño 2024

A mediados de los años veinte del pasado siglo finalizaron las obras de construcción de la nueva dársena de las Corbaceiras, y este nuevo espacio, además de las actividades propias para la que fue construida, albergó actividades más lúdicasb> y de divertimento, entre ellas, el waterpolo.

A mediados de los años veinte del pasado siglo finalizaron las obras de construcción de la nueva dársena de las Corbaceiras, y este nuevo espacio, además de las actividades propias para la que fue construida, albergó actividades más lúdicas y de divertimento, entre ellas, el waterpolo.

La dársena pontevedresa era la cancha donde se disputaban los partidos de waterpolo que a partir de los primeros años 30 y hasta mediados de los años 50, siempre en estación estival y con pleamar, disputaban los diferentes equipos con los que contó la ciudad, ya que en esa época el waterpolo era un deporte con muchísima afición en Pontevedra.

El primer equipo de waterpolo que hubo en la ciudad se formó a comienzo de los años 30 y se creó en el seno de la Sociedad Gimnástica. El promotor de tan brillante iniciativa fue el excelente nadador José Rodríguez Ruibal, más conocido como "Pepe Malecho", quien conoció este deporto durante sus años de estudio en Vigo.

Acabados sus estudios, y ya de regreso a la ciudad, crea ese primer equipo de waterpolo en el que forman parte junto a él, sus hermanos Manolo y Eduardo, y, además, otros componentes entre los que se encontraban: Clemente Echevarría, Gonzalo Guillén, Armando Casteleiro y Blas. A estos les cabe el honor de ser los pioneros de este deporte en Pontevedra.

Los partidos se celebraban en la nueva dársena de las Corbaceiras, en verano y con pleamar como ya dijimos. Se enfrentaban a equipos de los municipios próximos sobre todo de Vigo. Y eran los mismos jugadores los que tenían que montar y desmontar toda la estructura de la cancha de juego, porterías y "corcheiras", una cuestión laboriosa y algo pesada, sobre todo el desmontaje, cuando el cansancio se hacía notar. Todo este material lo guardaban en un local de la Moureira de Arriba donde la Sociedad Gimnástica tenía su sede social, cerca de la Panificadora, donde el Teucro jugaría años después sus partidos de balonmano.

Pero el estallido de la Guerra Civil truncó, como tantas otras cosas, todas las actividades deportivas. Una vez finalizada esta costó mucho volver a establecer la vida deportiva en nuestra ciudad. Aun así se consigue y entre otros deportes el waterpolo revive y lo hace con una liga localdonde juegan equipos como: Club Marítimo, Jungla, Deportivo Salcedo, Club Natación Burgo o Club Nodales. En esta segunda etapa la rivalidad era grande ya que todos eran equipos de la ciudad, aunque lo mismo sucedía cuando venían equipos de la Ciudad Olívica.

En las noticias que se publican en la prensa de la época, junto con los resultados de los encuentros, encontramos como en agosto de 1950, además de jugarse los partidos en la dársena de las Corbaceiras también se jugaban en la piscina natural de la Resilla, en la desembocadura del río Rons, una maravillosa playa fluvial que por desgracia perdió nuestra ciudad.

¿Qué sucedió para que el waterpolo desapareciese por completo de la vida pontevedresa?

Parece ser que fueron varios los factores que contribuyeron a su desaparición, entre ellos quizá dos fuesen los principales: la nueva oferta de otros deportes, que además se practicaban todo el año, entre los que el fútbol y balonmano atraían en gran medida a la juventud. Y la implantación de determinadas industrias, como Tafisa, La Cros y Celulosas, que si bien aportaron trabajo y un empuje económico a una población muy necesitada, contribuyeron a impurificar un río que hasta entonces era limpio y cristalino.

Hemos tenido que esperar más de cuarenta años, hasta la temporada 1997-98, para que, gracias al Club Natación Pontevedra, la ciudad del Lérez volviese a contar con un equipo de waterpolo. Con muchísimo esfuerzo y no pocas penalidades han conseguido llegar a la élite de la categoría autonómica y casi podría decirse que el waterpolo se ha asentado definitivamente en Pontevedra.