Si no fuera por Aznar, los españoles creeríamos en la legalidad de las elecciones de julio, y que, si el PP no gobierna, es por falta de apoyos en el Congreso, no porque se lo impidan. Si no fuera por la lucidez de Aznar, no sabríamos que Pedro Sánchez es un peligro para la democracia, y que nuestras libertades se ven amenazadas si, como parece, el socialista vuelve a gobernar.
Por mucho que estemos acostumbrados a las sandeces de este señor, cuyo único respeto que merece se lo debe a haber sido presidente del gobierno de España, las cosas tienen un límite. Aznar miente, y lo hace consciente de lo que dice y de la peligrosidad que suponen sus palabras, cuya única intención es generar odio y confrontación.
A quien ha sido presidente del Gobierno, se le debería exigir un mayor respeto institucional que a cualquier otro ciudadano. Pero no esel caso de Aznar. Él, que une a su arrogancia una facilidad para la mentira extraordinaria, sí que es, como su partido, el verdadero peligro que tiene la democracia española.
Aznar ha dado la voz de alarma, con una frase que resume el espíritu golpista que todavía pervive en la derecha. "El que pueda hacer, que haga" afirmó. Y de ahí, arranca buena parte de la violencia que estamos viendo estos días en la calle. Acoso, amenazas y odio bajo la excusa de que la democracia está en peligro.
Pero no, la democracia no está en peligro porque un gobierno tome decisiones políticas que convierte en proposiciones de leyes que, recordemos, han de pasar por el Congreso de los Diputados para su ratificación antes de ser sancionadas definitivamente por el Jefe del Estado.
Lo que pone en peligro la democracia es pactar con la ultraderecha de Vox, un partido que aboga por ilegalizar a todos los que piensan diferente. Peligro para la democracia es acusar de legitimidad a un gobierno elegido democráticamente. Peligro para la democracia es incumplir la Constitución y no renovar el órgano de gobierno del CGPJ.
Peligro para la democracia es votar en contra del salario mínimo. Peligro para la democracia es estar en contra de los derechos sociales. Peligro para la democracia es alardear de que "cuánto peor, mejor".
Peligro para la democracia es gritar "que se jodan" en el Congreso de los Diputados cuando se le están recortando las prestaciones a los parados. Peligro para la democracia es ser el primer partido condenado por corrupción. Peligro para la democracia es que un partido pague las obras de su sede con dinero negro.
Peligro para la democracia es amedrentar a la sociedad con la vuelta a la dictadura. Peligro para la democracia es no aceptar las normas democráticas, empezando por la más básica, la que dice que somos una monarquía parlamentaria y que son los diputados electos los que eligen al presidente del gobierno.
Peligro para la democracia es manifestarse en contra de sus adversarios y aplaudir gritos de "viva Franco" exhibiendo banderas anticonstitucionales. Peligro para la democracia es llamar terrorista al presidente del gobierno. En definitiva, el peligro real para la democracia en España no es Pedro Sánchez, sino la derecha que sufrimos, retrógrada, incendiaria y desleal.