El rejonazo de Errejón

25 de xaneiro 2019
Actualizado: 18 de xuño 2024

¡Qué cabrón el niñato! Estas debieron ser las palabras que Irene le dijo a Pablo en el chalet de Galapagar cuando se enteraron de la fuga de Errejón a la plataforma política de Carmena.

¡Qué cabrón el niñato! Estas debieron ser las palabras que Irene le dijo a Pablo en el chalet de Galapagar cuando se enteraron de la fuga de Errejón a la plataforma política de Carmena. En la intimidad del hogar los diálogos son más sueltos, relajados y se dice lo que realmente se piensa. Ahí no tienen que disimular y seguramente estos días lo estarán poniendo a caer de un burro. ¡Con todo lo que tú hiciste por él!, debió apostillar Irene.

Es cierto que lo de Errejón es una puñalada brutal, un auténtico "Errejonazo”, y no solo al partido, sino al propio Iglesias con el que hace tiempo viene discrepando, tanto en el enfoque ideológico como en la manea de organizar el partido. Por tanto, visto así, seguro que el matrimonio Iglesias-Montero tampoco debió extrañarse mucho de la noticia. Si cabe, quizás por las formas, pero nada más.

Podemos hace tiempo que viene dando bandazos, y desde su fundación pierde votos en cada proceso electoral. Todo son enfrentamientos internos, indefinición en la estrategia y, sobre todo, son presa de la amalgama de marcas que lo integran, sino, ¿por qué muchos líderes regionales no quieren presentarse con la marca Podemos?. Pero, sobre todo, el gran problema de Podemos es su líder, una persona enormemente vanidosa y egocéntrica cuyas ansias de protagonismo están llevando el partido por un barranco. 

Podemos adolece de todo lo que presume y eso es responsabilidad directa de Iglesias, que dirige el partido con mano de hierro, que no soporta que le lleven la contraria y que presume de asambleísta pero que no realiza una sola consulta transcendente a las bases y, cuando lo hace, se encarga convenientemente de asegurar el resultado. ¿No era eso lo que se le criticaba a los partidos tradicionales?

El desplome de Podemos ya es un hecho porque no han sabido dar respuesta a los cinco millones de votantes que confiaron en ellos. Ni sorpaso al PSOE, ni asalto a los cielos ni nada. La crisis en la que está es tan severa que podría acabar como un partido minoritario, irrelevante, que ni siquiera serviría para sumar con el PSOE, porque como Iglesias siga al frente, ni eso sabrá reconocer.

Errejón es el último de los fundadores de Podemos en abandonar. Otros lo hicieron antes aunque, bien es verdad, empujados por Iglesias, que los envió al ostracismo o al gallinero del Parlamento cuando tuvieron la osadía de discrepar con él. Así es como entiende Pablo la democracia. 

Errejón es muy válido, tiene las ideas claras y una visión más socialdemócrata y menos revolucionaria que Iglesias. Su paso por Ahora Madrid no es más que una primera estación en su destino final, que será el PSOE, algo que sería bueno para el partido, para él y para la política en general.