Los perros tienen pulgas y Kiko da Silva tiene a Rafa Domínguez…
Hace poco más de 3 años el dibujante Kiko da Silva se vio envuelto en una estrategia por parte del PP de Pontevedra y su presidente Rafa Domínguez. Este último usó el altavoz de los medios de comunicación y de los de su propio partido para soltar una serie de acusaciones hacia el dibujante: "El amiguismo que impera en el Concello hace que Kiko da Silva, del BNG, sea el elegido a dedo para realizar el cartel del Entroido y lo cobre al momento", aseveraba el líder del PP.
Tras una demanda por parte de Kiko ante estas incurables inculpaciones, la justicia calificó textualmente como "un daño secundario dentro de un debate político", algo que marca precedentes muy peligrosos y muy negativos y nos hace pensar que en la política todo vale con tal de desprestigiar al adversario, más si tenemos en cuenta que Kiko da Silva no es militante del BNG, sino un simple simpatizante, algo que él jamás ha escondido.
Pasados los años y sin ánimo de que, en términos, al menos, personales, alguien del PP se disculpase, Kiko da Silva expone claramente lo que ha sentido durante todo este tiempo vía Redes Sociales: "La demostración de que el señor Rafael Domínguez y el PP de Pontevedra no les molesta que un autor haga dos veces o más los carteles del Carnaval de Pontevedra se puede constatar en este año 2023, en el que Santi Paredes ha vuelto a hacer un buen cartel por segundo año consecutivo. Nadie del PP de Pontevedra protestó ante esto. Tampoco dijeron nada algunos columnistas afines (aunque lo disimulen muy mal) que me la tienen jurada. Ellos sabrán por qué...
En el año 2020, cando yo hice el último cartel para el Carnaval y anuncié que donaría íntegramente lo que ganase por mi trabajo -tanto dibujando el cartel como subastando el original (4.922 euros) para el proyecto del estudio genómico del equipo liderado por José M. C. del CIMUS-, el señor Domínguez, aún siendo médico, no dudó en echarme mierda en los medios de comunicación y hacer ruedas de prensa y vídeos que movieron por redes sociales para así manchar mi nombre de una manera definitiva. Dice mucho de una persona que pretende gobernar para todos que haga este tipo de cosas, que no le importe difamar la imagen de un trabajador autónomo, tan sólo porque tenga una ideología diferente a la suya…".
Lo cierto es que las palabras de Kiko da Silva son contundentes, firmes y pesarosas. El infierno del dibujante acaso sea el ver que para ciertos políticos de hoy en día todo vale con tal de arañar un par de votos más, aunque esto conlleve arruinar la imagen y la trayectoria intachable de una persona que se dedica en cuerpo y alma a difundir y fomentar la cultura gallega mediante su arte.
Pasado el tiempo cabe pensar que el acoso y derribo del líder del PP pontevedrés hacia el dibujante no fue, sino, algo personal, y no tanto una estrategia política. ¿Quién sabe? Yo no tengo esa respuesta. Lo que sí sé es que la ciudadanía admira, hoy más que nunca, al político íntegro que va de cara y desea gobernar por el bien de todos y todas, sin importar las opiniones de cada cual, el estatus o las diferentes ideologías.
Nos acercamos a las elecciones municipales y los cuchillos ya están cortando el aire: críticas, injurias, desprestigios personales, guiños a la prensa… Fíjense como están las cosas que, durante el pasado Carnaval, hasta hubo quien no tuvo reparos en reprocharle a uno de los candidatos a la Alcaldía -sin fisuras y haciendo uno despliegue de buen humor y libertad de expresión- que decidiera asistir a las Murgas disfrazado de policía local.
En fin, paletadas y complejos que nada interesan a una ciudadanía hambrienta de políticos que sean buena gente y que gobiernen al servicio de todas y todos, sin distinciones ni oscuras intenciones.
Foto: El ilustrador Kiko da Silva
Autora: Mönica Patxot