El artículo perfecto

01 de decembro 2021
Actualizado: 18 de xuño 2024

Un día de estos voy a escribir el artículo definitivo. Será tan redondo, tan perfecto, tan completo, tan divertido, tan interesante, tan gracioso, tan emocionante, tan transgresor, tan impactante, tan espontáneo, tan profundo, tan sugerente, tan inteligente, tan extraordinario, que nadie se atreverá a escribir ningún artículo más, ni siquiera se imaginarán haciéndolo, ni será nadie capaz de casarse in articulo mortis y será imposible que el mundo vuelva a ser como era

Un día de estos voy a escribir el artículo definitivo. Será tan redondo, tan perfecto, tan completo, tan divertido, tan interesante, tan gracioso, tan emocionante, tan transgresor, tan impactante, tan espontáneo, tan profundo, tan sugerente, tan inteligente, tan extraordinario, que nadie se atreverá a escribir ningún artículo más, ni siquiera se imaginarán haciéndolo, ni será nadie capaz de casarse in articulo mortis y será imposible que el mundo vuelva a ser como era. Ya nadie se acordará de cómo era la vida antes de mi artículo, el último artículo. Como Felix el gato, el último, último gato. No en vano mi nick en cierto foro es Felix the cat. Y esto es cierto, así como todo lo demás.

Lo siento mucho por la gente que va por ahí pavoneándose porque escriben artículos en medios importantes, lo siento mucho por los que desearían hacerlo (pavonearse) pero tienen que aguantarse porque escriben en blogs que no lee ni el Tato, lo siento mucho por todos los que aspiran a pasar a la posteridad como articulistas de postín, lo siento mucho por los inútiles a quienes les han dado la oportunidad de demostrar su estulticia en una columna (tras otra), lo siento mucho por los lectores que se abalanzan sobre el periódico y pasan las páginas como posesos hasta llegar a las líneas de su columnista de cabecera, que les proporcionará analgesia instantánea para su viejo dolor de cabeza.

Todo eso va a pasar a la historia, y lo mejor de todo es que he estado mintiendo: no lo siento nada. He venido a destruir el frágil y sin embargo sobrevalorado universo de los artículos de prensa, y el día se acerca con pasos firmes. Lo siento dentro de mi, es como una premonición, aunque también se parece a cuando te daba un punto cuando eras crío, al correr. Podría también decir que es como un pálpito, pero no me da la gana. Las afecciones cardiacas no me hacen ninguna gracia. En general, es insoportable todo lo relacionado con el corazón y sus achaques. Solo soporto aquellos versos de Fito: Y mi pobre corazón de hierro / se me fue oxidando con las penas y para de contar. O de cantar.

Y si hay alguien que está pensando que solo soy un pirado que amenaza con algo que jamás podrá llevar a cabo… le diré que puede que esté en lo cierto, pero que tenga cuidado. Porque nunca se sabe.