El 2022 termina con un balance muy triste para Marín porque se acrecientan todos sus grandes retos y problemas que María Ramallo es incapaz de abordar.
Los socialistas hemos centrado nuestra labor en hablar de lo realmente importante para Marín como es despoblación, comercio, empresa, vivienda, barrios, urbanismo, servicios en el rural… Sin embargo todo choca con el desinterés del equipo de gobierno, más preocupados por las fotos que por los datos.
Económicamente el PP siempre ha querido presumir de buen gestor económico pero ya tenemos la mayor deuda municipal de la historia. Hemos pasado en dos años de tener superávit a tener una deuda que roza los 5 millones de euros y a buen seguro que continuará aumentando con el cierre de este 2022.
La parálisis urbanística es total. No se impulsa el desarrollo de ningún tipo de suelo empresarial ni residencial, no se ha construido ningún edificio en Marín en los últimos 12 años y llevamos tres legislaturas esperando a que se elabore el plan especial para el casco antiguo que lo saque de su constante deterioro. El pasotismo es absoluto.
En cuanto a los problemas con la sanidad pública en Marín nuestra alcaldesa se ha desentendido completamente. Toda la responsabilidad de la reclamación cae en la Plataforma en defensa del centro de salud y en los vecinos. Un comportamiento muy similar al que tuvo con el cierre del colegio Virxe do Carme donde los padres estuvieron completamente desamparados.
Proyectos importantes como el aparcamiento en el Eguren, la reforma en el entorno de la plaza de Seixo o el paseo Alcalde Blanco son claramente mejorables pero el gobierno municipal ya no escucha a nadie. Ni vecinos ni oposición.
Y la prueba más evidente de la mala evolución de nuestra villa es que hemos vuelto a perder población y ya son 12 años consecutivos. Desde que gobierna María Ramallo somos casi 2.000 vecinos menos en Marín. Una problema muy gordo para nuestro futuro.
De todas formas los socialistas estamos muy satisfechos con el trabajo que hemos realizado este año y seguiremos incidiendo y aportando propuestas para solucionar los problemas importantes de Marín.
No podemos hacer una valoración del 2022 sin recordar dos acontecimientos desgraciados que nos han afectado enormemente, por un lado el hundimiento del Villa de Pitanxo que nos ha dejado 21 fallecidos y por otro lado el accidente mortal de nuestro compañero Benito González en un desgraciado incendio.