Economía de andar por casa

29 de xaneiro 2025

¿Dónde está el crecimiento, dónde está la competitividad? ¿Dónde está esa sociedad volcada en el empleo para no dejar realmente a nadie atrás, dónde están unas cuentas públicas a la altura de la madurez política de nuestra sociedad, donde está el ahorro que como nación tenemos que generar?

Para los legos en la materia la palabra economía no significa otra cosa que la intuición personal de cada cual en el catálogo de bienes, renta y calidad de vida final que la subjetividad valora como bienestar. Si extrapolamos a toda la sociedad, y para dar con un primer nivel de resultados, se necesita la entrada en números y evaluar los componentes que conforman sus grandes partidas:

. el incremento del PIB nominal/2024 con respecto al año anterior fueron 88.175 M€, un 5,88%.

Obtener una noción de cuál es el verdadero desarrollo autónomo de nuestra economía pasa por tomar los resultados sin tener en cuenta aportaciones no ordinarias y/o externas, solamente contabilizar nuestro propio esfuerzo:

. restamos el incremento de DEUDA/2024 sobre el año anterior fueron 60.744 M€

. restamos la aportación de FONDOS EUROPEOS -Fondos UE + Fondos Next Gen- en el año 2024 fueron: 27.785 M€.

Al hallar de esta manera el crecimiento neto del PIB obtenemos una caída de nuestra riqueza sobre el incremento nominal de un – 0,40 %, resultado negativo que es mucho más certero y reflejaría con mayor solvencia la situación económica que tiene señales en rojo instaladas en diversos pasos a nivel:

  • mercado laboral (paro, paro juvenil, empleo no público),

  • ciudadanía y empresas (incremento específico de cotizaciones sociales que penalizan la contratación, incrementos de salarios mínimos que arrasa con miles de empleos (> 150.000) en la parte más baja de la cualificación laboral: agricultura y limpieza; niveles máximos en impuestos, crecimiento indiscriminado de tasas y cargas),

  • intervención política (nuevos impuestos, legislación intervencionista en precios, normas y procesos),

  • derroche del Estado (gasto público + gasto político: déficit público ininterrumpido desde hace años; crecimiento irracional de la Deuda sin cancelación alguna y con una carga de Intereses anuales cercana a los treinta mil millones de euros, tirados a la basura),

  • inversiones (a la baja en inversión privada, a la baja la inversión extranjera, inversión pública a la baja y deficiente),

  • alto coste del nivel de vida y crecientes dificultades (nivel de precios/inflación, bajo nivel en salarios reales por intervención política, coste de la vida, desastre de la vivienda, deterioro de la sanidad).

¿Cómo va la cosa entonces? ¿estamos en una economía dopada, con marcapasos? Veamos cuál es el bienestar que se mantiene con este panorama:

  • El bienestar de los políticos en primer lugar,

  • a continuación todo lo que tiene que ver con empresas públicas, fundaciones y cargos diversos pagados como si fuesen directivos de alto nivel y que cuelgan de cualquier administración;

  • también las empresas privadas que directamente viven del presupuesto;

  • los que cobran nómina pública. Por una parte los funcionarios, y por otra y en especial la población supersubvencionada por todos los que trabajan, los diez millones de jubilados, mercado de votos privilegiado por los políticos y a los que se entrega el inmenso volumen de cotizaciones sociales más una parte cada vez más importante de impuestos: estamos en los treinta mil millones de impuestos que se dedican a pagar pensiones. Y por tanto no se destinan a liberar fuerzas económicas de todos los corsés e impuestos ideológicos, no se destinan a liberar suelo ni a hacer vivienda ni a invertir en mejora de la atención sanitaria ni a crear una administración pública al verdadero servicio del ciudadano.

  • otros privilegiados del bienestar socialista (los sindicatos como fuerza política al servicio de toda la izquierda pagada por obligación por todos los españoles; todas las subvenciones políticas, esa cantidad descomunal de compra de votos: a asociaciones, comités, grupos, ongs... que caen como lenguas de Pentecostés por una u otra administración pública, cien mil millones de euros que tiran a la basura todos los años),

  • y ya por último los que malviven sin un empleo competitivo pero que reciben importes significativos de los presupuestos políticos que les vale para ir tirando y a los políticos, afiliados y liberados para que les voten: parados, receptores de rentas diversas sin trabajar, rentas mínimas... etc.

¿Qué economía del siglo XXI es ésta? ¿Qué brillo sacamos en este siglo, que va por la tecnología cuántica, de la economía de las paguitas, la economía de las subvenciones, la economía de las partidas presupuestarias sin ingresos que las cubran, la economía de los innumerables cargos con salarios estratosféricos o la economía ideológica que acapara poder, decisiones y gastos?

. ¿Qué vivienda, qué sanidad pública, qué empleo, qué salarios, qué atención de la Administración, qué riqueza?

. ¿Dónde está el crecimiento, dónde está la competitividad? ¿Dónde está esa sociedad volcada en el empleo para no dejar realmente a nadie atrás, dónde están unas cuentas públicas a la altura de la madurez política de nuestra sociedad, donde está el ahorro que como nación tenemos que generar?

. ¿Cómo es posible que aumente la intervención en nuestros asuntos, ciudadanos libres, empresas competitivas, y cómo es posible que día tras día aumenten las prerrogativas del gobierno como si fuéramos una sociedad tercermundista? Cada vez se producen más hechos políticos que reducen nuestra libertad, cada vez más hechos económicos que reducen nuestro nivel de renta real, mientras conducen al país a la decadencia. Los jóvenes ya viven en la decadencia, muchos otros también, contados en generaciones.

. Todo aquello en lo que habría que invertir y toda aquella actividad en la que hay que bajar impuestos conforman cantidades inmensas de cargas extraídas del trabajo y de la libertad de ciudadanos y empresas que la casta se fuma diariamente y vuelcan la ceniza en nuestra chepa.

. Cada año nos quitan unos 10.300 € más que hasta hace pocos años, ese Estado que se va haciendo ineficaz, obeso y sectario, que se retroalimenta sobre sí mismo y se agranda a cada paso que da; 10.300 € de nuestro trabajo personal y robo manifiesto que nos quita capacidad para ahorrar, para invertir, para gastar, para construir el personal proyecto de vida.

. Cuanto más se agranda el Estado menos posibilidades de riqueza y bienestar tienen los jóvenes que empiezan, los autónomos, los trabajadores y las empresas, es decir, todo el empleo que sostiene al Estado, el único que realmente crece, no así los individuos, no así la sociedad.

¿Qué qué economía es ésta? Al modo de cómo había contestado un expresidente USA: ¡es el socialismo, estúpido!