Vamos a comentar una noticia de esas que reivindican aquella frase del poeta Paul Éluar: "hay otros mundos pero están en este".
La prensa ha informado semanas atrás de que un presidente de una comunidad de vecinos cobraba más que un ministro. La prensa es mucho de sacar noticias de este tipo, que no se sabe si estás leyendo El Mundo Today o alguien te ha echado algo en el café. Luego sigues leyendo y vas entendiendo un poco más: el despropósito ocurría en una ciudad española, Málaga para más señas.
Y, totalmente desbordado ya, sigues leyendo: "Una vecina denuncia ante el juzgado que el responsable de la urbanización Torre Bermeja, en Estepona, se ha asignado un salario de 86.724 euros". La urbanización, que se describe como levantada en un entorno paradisíaco en el cuerpo de la noticia, está formada por 109 pisos de lujo. "Repartidos en pequeños edificios ocres de tejados a dos aguas y pérgolas ajardinadas". El señor que percibía tan jugosa cantidad se llamaba Stephen Hills, aunque lo vamos a llamar Esteban Colinas porque se lo tiene bien merecido.
Una vecina de la urbanización, noruega de nacionalidad, se puso en contacto con el ex-alcalde de Estepona, abogado, para contarle lo que sucedía. Su indignación cuando le llegó una comunicación con los puntos a tratar para una próxima junta de la comunidad que contemplaba una subida de 2.000 euros sobre el salario anterior. Esta señora, dotada de mucho más sentido común que el resto de propietarios, había denunciado ante estos anteriormente semejante abuso monetario, pero no le prestaron atención.
El abogado y ex-alcalde acudió a la junta de propietarios en representación de la vecina noruega y votó en contra del sueldazo de Esteban Colinas, pero este contaba con muchos votos a favor ya que gran cantidad de vecinos habían delegado en él su voto, puesto que la mayoría de los propietarios solo acuden a sus viviendas durante las vacaciones. Colinas llevaba 12 años como sangrador, digo recaudador, digo administrador y robaba, digo cobraba, un salario como director ejecutivo de la urbanización, construida en 1997.
El abogado justiciero dice que los estatutos de la comunidad señalan que el cargo de administrador no está remunerado y que el salario como "administrador gerente de la urbanización" no procede puesto que tal figura no está contemplada en los mismos estatuto y "cuya creación jamás ha sido aprobada en junta".
Ya está en el juzgado de Estepona una demanda para intentar tirarle al Esteban Colinas el tinglado que tenía montado y ese es el tema monográfico da las conversaciones en la urbanización, donde se habla mayoritariamente inglés y ruso, aunque algún español despistado hay también. Es una zona donde vive gente muy adinerada, lo cual cae de cajón, porque a buenas horas el señorito Colinas le iba a colar esa cifra a una comunidad común y corriente.
Si todo sale como es de esperar en el juzgado, que a lo mejor es mucho esperar, ya le pueden invitar a la vecina noruega a unas tostas de beluga y una botella de Möet Chandon.