Podríamos poner nombres desde Máximo, Peridis, Forges, Mingote, Nieto, Malagón, Gallego & Rey, Chumy Chúmez, y otras decenas y centenas; y en el articulismo: Umbral, Ruano, Cunqueiro, A. Sánchez, Martínez, Alcántara, Campmany, Pemán, y otras decenas y centenas, contando los fallecidos y los que todavía respiran, que han tenido o tienen y seguirán teniendo una presencia en la memoria colectiva y en la prensa y en publicaciones. Que no se sepa, en muchos casos, el número aproximado de viñetas que realizaron, el número de columnas periodísticas aproximado que realizaron (repetimos, que realizaron o están realizando hasta el momento). Cierto que cada autor que respira debería poner un poco de orden en este factor o vector de su realidad, y también los familiares.
Siempre estamos con la cuestión del problema de la cuantificación, cantidad o de la cualificación o calidad. Pero creo que la cuantificación, el número, la estadística es esencial; el mundo moderno no sería lo que es si no se supiesen esas cifras en mil cosas, por ejemplo, las ciencias, pero también en la economía y en tantas otras realidades. Conocer el número de cualquier actividad humana o cualquier realidad natural es esencial para después entresacar consecuencias, inferencias, deducciones, conclusiones, estudios, análisis, etc. Para después ser la base para estudios, análisis e investigaciones posteriores.
Estimo y creo que, ya que existen distintas entidades que se ocupan del estudio y de la conservación como museos, centros documentales, bibliotecas, fundaciones que recopilan y conservan datos, conceptos y obras tanto de humoristas gráficos, sean particulares o sean colectivos o de grupos diversos, y también de articulistas y escritores, creo y estimo que las entidades que realizan esa gran labor podrían ampliar a ir preguntando a amistades, familiares, especialistas, expertos, críticos y demás farándula de la cultura, ir poniendo número, aunque sea aproximado. Que por ejemplo, de Umbral, los artículos que escribió existe una cifra o una horquilla entre veinte mil y cuarenta mil; pienso que, nos guste Umbral o no, es una cifra que habría que aquilatar, porque podría ser la base también de ir recogiendo artículos que publicó en revistas, periódicos que quizás no se hayan recuperado desde hace lustros o décadas.
¿Cuántas viñetas realizó Mingote? Creo que conociendo una cifra más aproximada, y este dato, irlo aquilatando y ponderándolo y haciéndolo más real, después pueden venir los estudiosos o al mismo tiempo, analizar multitud de vectores de los campos de la cultura literaria, plástica, del periodismo, del humor gráfico, de los artículos de opinión. No olvidemos que miles de artículos de opinión y miles de viñetas nos han reflejado un panorama social, cultural, ideológico, político y en todos los campos más profundo de lo que pensamos. No olvidemos que los miles y decenas de miles de artículos de opinión y de viñetas que se han realizado nos han hecho una película bastante real y rica de todo lo que hemos sido en todas las décadas que llevamos del siglo veinte y del actual. No se puede entender hoy la interpretación cultural sin estos dos campos o sectores culturales (sin negar la importancia de otros).
Se necesita un Museo Nacional de y sobre el Periodismo; si no puede ser de momento con sede física y material, al menos con sede virtual. Y en ese hipotético y potencial Museo o Fundación sobre el Periodismo Nacional se inserten las diversas secciones y sectores del periodismo, los diversos géneros, los diversos formatos o sistemas como la prensa o la radio o la televisión, ahora Internet. Y dentro de todo ese conglomerado, un directorio de articulistas de opinión que han existido en nuestro país, también de viñetistas que han publicado en periódicos.
Si se hace o se materializa esta realidad, podríamos encontrarnos que, poco a poco, el embarazo de nombres se iría ampliando; nos encontraríamos, creo que no exagero, no solo con miles de periodistas en todos sus géneros y en todos los medios que han existido en estos últimos cien o doscientos años, nos encontraríamos con miles de humoristas gráficos que han realizado esa labor (profesionales, si han publicado durante años, muchos sin cobrar dividendos, otros recibiéndolos).
Nos encontraríamos con cientos y miles de mujeres que han hecho periodismo, que han hecho artículos de opinión, que han fabricado humor gráfico. Nos encontraríamos cifras aproximadamente más reales, podrían resucitar, o al menos revivirse de alguna manera, cientos de nombres, miles de nombres, que todavía respiran o que ya han dejado esa costumbre, que tuvieron un pequeño o gran lugar y que llevan lustros en el desierto del olvido. Nos daríamos cuenta de la enorme riqueza de interpretación cultural que hemos ido fabricando.
Creo que es una riqueza cultural que se pierde. Efectivamente, algunas bibliotecas, archivos y museos están recibiendo en donación, por familiares o por autores, depósitos de documentación y de viñetas de los grandes autores del humor gráfico, por ejemplo, la BNE y otras bibliotecas y archivos. Quizás lo mismo habría que hacer para los articulistas de opinión y para otros periodistas que se han ocupado de otras secciones. Y esto a nivel nacional, y esto a nivel regional, y esto a nivel provincial, y esto a nivel local. También podrían hacerlo los mismos medios de comunicación, las entidades culturales de cualquier tipo, los departamentos universitarios, etc.
No es la primera vez que lanzo esta flecha y piedra al aire de la cultura y de la Cultura, pero la realidad es que existiendo centros documentales, museos, fundaciones, públicas o privadas, que se ocupan de un autor o autora, o de muchos, la verdad es que quizás este segundo paso apenas lo andan, este río no lo atraviesan, este mar no lo nadan, esta galaxia no la muerden.
Creo que conocer nombres, directorios de nombres en todos los campos de la cultura (de todos), conocer producciones, aunque sea a nivel aproximado, sería necesario y sería un salto cuantitativo y cualitativo para poner a la cultura en el lugar que le corresponde. Al final, hasta la saciedad he indicado que de los cinco o seis pasos del método científico de Galileo, uno, uno es la cuantificación. ¡Pero supongo que cerraré los ojos y no lo veré utilizado exhaustivamente, aunque sea por aproximación! ¡Paz y bien!
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (13-15 dic. 2024 cr).