Luis Boullosa saca libro. Volver siempre a aquel titular de Rock de lux, el único titular posible, el dardo en el centro de la diana, ante un nuevo album de Ryūichi Sakamoto: "Sakamoto saca disco".
Luis Boullosa saca "Diez maneras de amar a Lana Del Rey. Una investigación pop". Ensayo sobre el pop y sus raíces y sobre la cultura norteamericana que mamamos desde niños y sobre el capitalismo que nos sirve en bandeja la cultura pop y sobre la distinción entre lo kitsch y lo camp y sobre Lana del Rey los videojuegos GTA y sobre muchas cosas más. Todo envuelto en buen criterio y la erudición que son marca de la casa y la fascinación intelectualizada por Elizabeth Woolridge Grant. Sí, ella misma.
Y antes o después de eso, los días pasan desordenándose, la exposición pictórica de Mario Iglesias en el Liceo Casino. El pintor ha dado descanso al cineasta y nos muestra, localizándola en dos pasillos opuestos, su obra más reciente y la inmediatamente anterior. Esta última rezumando aún mar, peces, planetas suspendidos, construcciones en el agua; escenas que esconden una razón, que proponen una reflexión, que retan al espectador. Y un cosmos más colorista en los cuadros últimos, una profusión de luz y color que no huye del dorado; una nueva senda en la obra pictórica de Mario que rescata, con otro tratamiento, sus sempiternas y desafiantes fieras, los peces y pájaros, las ciudades casi radiografiadas y ofrece un predominio de lo vegetal y lo floral.
Una exhibición para seguir enganchado a la pintura del pontevedrés y acompañarlo en las nuevas rutas.
Y, novedad de última hora, acaban de sacar disco los Punsetes. Los madrileños también exploran nuevos caminos o más bien regresan a los guitarrazos de sus primeros tiempos, probando otros sonidos sin abandonar sus letras ácidas y divertidas. En esta ocasión las visten de guitarras sucias y les sale un disco más eléctrico y rasposo, que le sienta como una guante a la voz precisa y concisa de Ariadna Paniagua. En AFDTRQHOT reservan los momentos más melódicos para “Que te vaya mal” y “Hola, destrucción” y siguen ofreciendo análisis poco complacientes de la realidad circundante en España corazones: "todos los cerdos deben morir, está muy caro el alquiler en Madrid". El corte más insólito es “Ocultismo”, un single con pocas trazas de single pues se trata de un tema que supera los nueve minutos y en el que la música fluctúa entre la psicodelia y el punk-pop y el suave sonido de las guitarras acústicas se alterna con el más afilado de las eléctricas, entre varios cambios rítmicos. Lo mejor es que salen airosos del intento, no solo en este tema, sino en la tentativa de no sonar a lo de siempre pero seguir siendo ellos mismos, a pesar de que tengan claro que "cada herida que no me curo acabará conmigo en un futuro". Bueno, igual la frase va un poco forzada aquí, pero no me digan que no es una gran frase.