Como el curriculum científico y literario del profesor Filgueira Valverde ocupa dos tomos sin duda que una publicación más extensa, en algunos casos, que la obra de media docena de homenajeados con el Día das Letras Galegas no se puede perder el tiempo discutiendo sobre la valía cultural de uno de los sabios de la Galicia del siglo XX.
De ahí que resulte más interesante estudiar su faceta política. Nosotros nos centraremos en la trayectoria de José Filgueira Valverde como alcalde de Pontevedra entre 1959 y 1968, nueve fecundos años.
A Don José le tocará vivir una de las etapas más dinámicas del municipio. La industrialización generada por las políticas desarrollistas del franquismo, aquí se instalaron fábricas como la de Tafisa, Celulosas o Pontesa, a pesar en muchos casos de las afecciones al medio ambiente que produjeron, no tan graves como la de los países comunistas del Este, generará un crecimiento demográfico sin precedentes. Repárese que en 1960 se crean, tras varios siglos, las dos nuevas parroquias de la Virgen del Camino y de San José.
Para hacer frente a los nuevas demandas, el acalde de la Pontevedra obrera e industrial tendrá que gestionar la urbanización de la barriada de San Antoniño, y después negociar con el Ministerio de la Vivienda el que será el novedoso polígono de Campolongo. También, es cierto, se tolerará en esta época edificios fuera de ordenación, como el de Las Torres o el del Gónviz, bien es verdad que también hoy en día se consiente que en la privilegiada parcela de Tafisa, a orillas del Lérez, se puedan levantar edificios de ocho alturas.
La obra política de Filgueira será recordada, sin duda, por la ampliación y consecución de derechos sociales para sus convecinos. Sin ir más lejos sus gestiones con el Instituto Nacional de Previsión conseguirán que se pueda edificar todo un Ambulatorio y centro de salud en la Alameda. Hoy en Pontevedra su alcalde lucha para que no se construya un nuevo hospital.
Pero donde se sale la gestión filgueirista, como catedrático de Instituto que era, es en el del campo de la educación
Sus relaciones con el Ministerio de Educación permitirán que en Pontevedra se levanten las nuevas Escuelas de Magisterio, el Instituto Sánchez Cantón, o el Colegio Álvarez Limeses, bautizado curiosamente con unos apellidos de represaliados por el régimen de Franco. La negociación con la Caja de Ahorros permitirá igualmente que el ayuntamiento obtenga unos terrenos para edificar todo un Colegio Menor y una Escuela de Maestría en la Avenida de Vigo
También como alcalde se notó además que Filgueira fue el primer secretario del Patronato Nacional de Turismo allá por el año 1928. De ahí que será un firme defensor de la marca Rías Bajas, no en vano en Pontevedra se inaugurará un hotel con ese nombre, se consigan abrir las oficinas de Turismo en las galerías de la Oliva, también una novedad comercial de esos años; a lo que habría que añadir una curiosa creación original, imputable en exclusiva al que fuera nuestro alcalde: el Camino Portugués a Santiago.
Así no es de extrañar que en marco de esas políticas expansivas, le toque a Filgueira inaugurar también la nueva estación de ferrocarril, hoy intentándose transformar en un apeadero para el AVE.
Tampoco se olvidaría Filgueira de su querido Museo. En los años sesenta se construye el edificio Fernández López, y seguro que no se salió del presupuesto como las ampliaciones de nuestros días. Obviamente que Filgueira transmitió todo su saber a eventos como la Exposición de la camelia, las Bienales de Arte, la programación cultural de las fiestas de la Peregrina con sus Festivales de España, Certámenes de Canción Gallega y Juegos Florales
Seguro que nadie sabe que Filgueira Valverde siendo alcalde, fue socio fundador del Ateneo, que lidió igualmente junto con otros pontevedreses para que la ciudad recuperase su rotativo, El Diario de Pontevedra, tras un cuarto de siglo de ausencia. Hoy aquí se cierran televisiones locales.
Y en el campo del deporte. Bueno en 1968 se consigue inaugurar nada menos que el Pabellón Municipal ideado por La Sota. Y también se sigue trabajando en el Estadio de la Juventud, con sus piscinas públicas
Porque seguro que muchos granates no saben que el Alcalde Filgueira fue el que compró para el municipio el estadio de Pasarón al que hubo que remodelar en tiempo record para que nuestro primer club pudiera jugar en Primera División. Y seguro que no costó tres veces más de su presupuesto como el estadio actual. Era una época en la que aun no estaba de moda que los políticos tuviesen parientes en el primer equipo.