5º Paseo

11 de agosto 2023
Actualizado: 18 de xuño 2024

Hoy empezamos nuestra ruta en el Campillo de Santa María, que está situado a la izquierda de la Basílica. Circundado por parte de la antigua muralla, algunas de sus casas son del siglo XIX y constituyen con todo su entorno, un marco incomparable para reposo y recreo de grandes y chicosspantimes>

Este es uno de los muchos paseos que la TV Pontevedra emitió hace años, mostrando imágenes de Pontevedra al tiempo que yo contaba cosas de la ciudad.

 

Hoy empezamos nuestra ruta en el Campillo de Santa María, que está situado a la izquierda de la Basílica.

 

Circundado por parte de la antigua muralla, algunas de sus casas son del siglo XIX y constituyen con todo su entorno, un marco incomparable para reposo y recreo de grandes y chicos.

 

Desde el Campillo pasamos ¿cómo no? por delante de la fachada Oeste de la Basílica, nos vamos a parar unos minutos para contemplar el magnífico retablo pétreo, obra de Cornielis de Holanda, en él observamos tres cuerpos en cuyo centro se abre un arco románico para dar paso al interior.

 

Si observamos de abajo hacia arriba, tenemos: a la derecha a San Pablo, Felipe II, San Jerónimo (con gafas) y Santa Bárbara. A la izquierda están: San Pedro, Carlos I, Santa Catalina y San Gregorio. Encima de la puerta "la dormición de la Virgen" con San Marcos y San Lucas, dos de los Evangelistas (los otros dos son San Mateo y San Juan se encuentra un poco más arriba, los cuatro dentro de pétreas conchas de vieiras).

 

Seguimos elevando nuestra mirada y encontramos el Rosetón, a ambos lados del mismo dos bustos o cabezas que se cree pertenecen a Hernán Cortés y a Colón, el rosetón aparece rodeado de ángeles en representación del cielo.

 

Encima del Rosetón, la Asunción de la Virgen y un poco más arriba la Santísima Trinidad con el Hijo curiosamente, a la izquierda; una preciosa crestería a modo de encaje remata la fachada con el Calvario, la Cruz en el centro y a ambos lados la Virgen y San Juan.

 

No podemos olvidar que paralelos a la Trinidad se encuentra a la derecha Teucro (mítico fundador de la ciudad) y a la izquierda San Miguel, patrón de los hombres del mar.

 

Dejamos la majestuosa fachada de la Basílica y nos encontramos en la Plaza de Alonso de Fonseca, en ella el Cristo del Buen Viaje, tan conocido y venerado por pontevedreses y visitante ahora en reparación.

 

El personaje que da nombre a esta plaza es Alonso de Fonseca III, Arzobispo de Santiago y de Toledo como lo atestigua la placa que hay en la casa rectoral: "A Don Alonso de Fonseca // 1473-1534 // cura de esta feligresía // Arzobispo de Santiago y Toledo // Patrón magnífico // de ciencias, letras y artes // La Ciudad de Pontevedra // de la que fue Señor // Año 1959".

 

Era hijo de Alonso de Fonseca II y María de Ulloa, señora de Cambados y hermana del Conde de Monterrey.

 

Nació en 1473 en una casa de la calle del Franco, en Santiago, donde hoy es el Colegio que lleva su nombre, fundado por él y que sería el embrión de la Universidad Compostelana, la fachada de este Colegio (inmortalizada en las populares canciones de la tuna), es muy parecida a la del edificio de las Irlandesas de Salamanca, que también fue fundado por el Arzobispo.

 

A lo largo de su vida, Fonseca siempre cosechó triunfos. Con sólo 16 años fue nombrado canónigo y sacerdote en San Pedro de Santa Comba a cuya iglesia hizo muchas donaciones, también a Santa María de Pontevedra legó numerosos ornamentos sagrados por los frutos que gozó siendo cura de ella.

 

Fonseca es un ejemplo paradigmático del gran señor eclesiástico del Renacimiento. Mantenía correspondencia con Erasmo de Rotterdam, al que pagaba una pensión anual.

 

En 1527 bautizó a Felipe II y un hijo de Alonso de Fonseca y Juana de Pimentel, Diego, sería, años más tarde, mayordomo de este rey.

 

Contribuyó a la pacificación de las Germanías, procuró atender a la defensa de Galicia contra las tropas francesas, redoblando la vigilancia y haciéndoles frente en Fisterra, donde fueron apresadas cinco embarcaciones y una de ellas se hundió.

 

Para seguir caminando en este paseo tenemos tres opciones: a la izquierda con la figura de Castelao presidiendo lo que fue el cementerio judío y la rúa Alta, la segunda opción es la de bajar hasta el Teatro Principal por la Rúa de Teresa Pérez Fiota gran benefactora de la ciudad, una tercera seguir hasta la Plaza de España (espero que el Concello ya lo terminen pronto) de momento han colocado bancos para descanso del paseante, encima de lo que fueron los W.C. públicos en los años '50, y si queremos otra salida podemos coger la Rúa del Maestro Mateo con cuidado de no tropezar con el "armatoste" que hace años colocaron para dar entrada al resto de la muralla.

 

No os olvidéis de contemplar el Pazo de Las Mendoza, hoy sala de exposiciones y lugar de guía turística. ¡Que paséis unas buenas fiestas de la Peregrina!