Según Trescom y la Fundación Línea Directa, el uso del móvil en la conducción y sus distracciones causan 390 muertos al año en España, un veinte por ciento del total de fallecidos.
Podría indicar más cifras que dichos estudios, estadísticas y análisis ofrecen, pero ustedes pueden entrar y mirar. La cuestión es qué tenemos que hacer para ser más racionales y más morales a la hora de la conducción. Errores los puede cometer todo el mundo, en todos los aspectos de la vida, pero diríamos errores no esperables, errores por circunstancias especiales. Sin embargo, existen normas tan fijas, tan esenciales y tan fáciles de entender al frente del volante: No puede usted utilizar el teléfono móvil –salvo en las condiciones que la DGT indica–, debe usted ponerse el cinturón de seguridad, debe usted no beber alcohol si va a sentarse en un vehículo, y otras más... Es que cumpliendo estos tres conjuntos de normas, se podrían reducir los accidentes de tráfico en una cifra enorme...
Siempre hablamos de fallecidos-muertos-defunciones, pero no nos damos cuenta de que los accidentes pueden causar heridas graves, traumatismos para un tiempo largo o muy largo, además de todas las consecuencias en el resto de las realidades y consecuencias negativas: en los sistemas de sanidad, en el gasto económico, en las empresas de seguros, en las bajas por enfermedad y traumatismos, en las heridas profundas en los senos familiares al faltar un familiar, en las desavenencias graves que se causan a nivel social y de los pueblos cuando alguien ha causado un accidente a otra familia de la misma entidad –realidad que se debería estudiar, porque tiene consecuencias más graves de las que creemos–, etc.
Me pregunto qué habría que hacer para que las personas redujesen el uso del móvil en general, y especialmente en la conducción. A veces, entre serio y en broma, me digo a mí mismo: ¿sería conveniente crear una campaña en que, voluntariamente, todas las personas, un día a la semana, un día al mes, hiciésemos "ayuno de móvil", que en ese día no se utilice el móvil, salvo en una excepción de excepción, en una urgencia...? ¿Que hubiese una campaña sucesiva en que tal día, un día al mes, un día a la semana, quizás un día de fiesta, una parte de la población no utilizase el móvil salvo en excepciones de excepciones...? Porque el problema en el que estamos entrando es que, cada vez más, para una parte de la población, de todas las edades, pero especialmente jóvenes y adolescentes, el móvil es tan importante como varios dedos de una mano. Como se suele indicar, no sé si estarían dispuestos a perder antes dos dedos o uno, que perder el móvil durante tres meses de vida...
Por otro lado, aunque sea tangencialmente y de pasada, existen cientos de miles, millones de expertos y conocedores en el mundo de la informática y del móvil con sus aplicaciones. ¿No podrían inventar y diseñar aplicaciones y programas que cada propietario de telefonía móvil y de ordenador pudiese instalar, que a sí mismo, o los padres a los hijos, les restringieran aspectos de la realidad que son negativos, sean psicológicamente negativos, o sean moralmente, o sean desde otro ámbito de la realidad?
Con tanto cerebro gris extendido y expandido por el planeta en estos temas, ¿no podrían algunos crear, inventar y diseñar programas de informática para restringir ciertas temáticas a ciertas edades? Por ejemplo, a partir de una hora, los móviles no pudiesen funcionar, no emitiesen información y no recibiesen información, salvo de algunos números específicos y especiales: la Policía, el Sistema de Salud, sus padres. Que los móviles en movimiento, es decir, cuando van en un vehículo, no pudiesen recibir/emitir ninguna información o excepciones de algunos teléfonos, etc. Pregunto, que digan y hablen y escriban los expertos...
No se deja al cerebro y a los ojos que se sosieguen y se tranquilicen, que se miren a sí mismos y dentro de sí mismos de forma natural, que el cerebro nos hable; no se deja que el caminar por la calle sea percibiendo la realidad, sea la interior o sea la exterior. Te cruzas por la calle con diez personas: la mitad llevan el cuarto de tableta de chocolate en los oídos hablando o recibiendo información o dándole al dedito escribiendo algo –nunca se ha escrito tanto como ahora, eso que se pensaba que la escritura y la lectura estaban entrando en la etapa de la desaparición ha resultado falso–. Porque si hubiese menos dependencia o uso del móvil, en todos sus grados en la vida normal y rutinaria, pues habría también menos en los vehículos. Te encuentras de vez en cuando personas en la bicicleta, en patinetes de todos los tipos mirando el móvil.
Quizás, móviles más sencillos, móviles con teclas, para llevarlos a la hora de la conducción, podría ser un remedio; así no habría peligro del uso en distintas funciones y finalidades. Quizás, crear campañas de que las personas cuando vayan conduciendo lleven al lado de ellos un móvil de teclas –y el "otro" metido en la chaqueta o en la cartera–, para evitar todas las tentaciones de recibir informaciones que los "microordenadores" que son los móviles les distraigan de la conducción y así evitar accidentes de tráfico. En cambio, un móvil de teclas solo serviría para llamar a la Guardia Civil si ha tenido un percance.
Bueno, hagamos una campaña pública preguntando al pueblo y a la sociedad qué podríamos hacer para erradicar el uso del móvil en la conducción. Bueno, todo son preguntas en este artículo de opinión, y los expertos deben indicar si tienen sentido o no...
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