Elnosa-Electroquímica del Noroeste S.A.U. confirmaba el viernes 23 de noviembre que cerraba definitivamente su unidad industrial en Pontevedra. La actual propietaria de la empresa, Bondalti, señala que mantiene la actividad comercial en Galicia y la base logística en el puerto de Vigo, pero la producción de cloro será en la fábrica que adquirieron en Torrelavega.
Esta información llegaba tras un largo período de tensión entre el gobierno local y el autonómico, con la participación de la empresa y el cuadro de personal, que protagonizó numerosas protestas en contra del gobierno del alcalde Miguel Anxo Fernández Lores, contrario a la permanencia de la electroquímica en Lourizán.
INICIOS DE ELNOSA EN PONTEVEDRA
El 15 de diciembre de 1971 el Ministerio de Obras Públicas otorgaba a Elnosa la concesión de ocupación de una parcela de 12.587 metros cuadrados en la zona marítimo-terrestre en la ría de Pontevedra para que instalase una fábrica de cloro y otros productos anexos. Desde entonces desarrollaba esta actividad en esos terrenos, primero dentro del complejo industrial que compartía con Ence y posteriormente con independencia, pasando por manos de diferentes entidades industriales.
ACUERDO PARA EL TRASLADO
Atrás queda el acuerdo que en octubre de 2013 había adquirido el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, con la empresa para llevar a cabo un cese ordenado de la actividad productiva en Lourizán, que estaba prevista a partir del inicio de 2017. Aquella iniciativa respondía a la finalización de la concesión de dominio público de los terrenos en 2018 y la intención de la Xunta de trasladar la clorera a otro punto del entorno.
La dirección de Elnosa, adquirida a inicios de este siglo por la compañía CUF-Quimigal, asumía el compromiso de buscar emplazamientos alternativos al de la ría pontevedresa. Sin embargo, el acuerdo quedó en nada con el paso de los años. La empresa, que en la última década pasó a denominarse Bondalti, entendió tras la concesión de la prórroga a Ence que su situación era similar y que, por tanto, debería permanecer en los terrenos de Lourizán.
Pero la empresa se veía también afectada por una decisión de la Unión Europea, que obligaba a partir del 11 de diciembre de 2017 a eliminar el uso de mercurio en el proceso de producción del cloro. Esta normativa provocó dudas en la empresa lusa pendiente de la prórroga de la concesión a la hora de estudiar la posibilidad de seguir invirtiendo en Pontevedra en una nueva tecnología.
Por su lado, continuaba la oposición manifiesta tanto del gobierno local como de colectivos ecologistas como la Asociación pola Defensa da Ría (APDR), que continuaba realizando actos en contra de la presencia de la factoría en Pontevedra y reclamando su cierre inmediato.
CAMBIO DE POSTURA
La Xunta de Galicia varió su posición en los últimos años. Pasó de presionar a la empresa pidiendo el traslado acordado a apostar por su presencia en Lourizán, estableciendo como prioridad la necesidad de industrias y de puestos de trabajo para sostener esta actitud respecto a la clorera. De esta forma , le concedía la autorización ambiental integrada para mantener su permanencia en la ría, pero la empresa continuaba sin obtener el elemento imprescindible: la prórroga de la concesión.
El gobierno central presidido por el popular Mariano Rajoy y después por el socialista Pedro Sánchez guardaban silencio, hasta que en las últimas semanas del mes de diciembre el Ministerio de Transición Ecológica notificaba el fin de la concesión.
A lo largo de los últimos meses se desarrollaron varios ERE's en Elnosa, una vez que se había confirmado que no podía trabajar con mercurio. Ahora está previsto que 17 integrantes de la plantilla pontevedresa se vayan en 2019 a Torrelavega, a trabajar en la factoría que está acondicionando la multinacional portuguesa en tierras cántabras. Un grupo minoritario del personal fue contratado por Ence. Boldanti espera que le lleve dos años el desmantelamiento total del material industrial y la limpieza de la zona que ocupaba en los terrenos marítimo-terrestres de Lourizán.
La APDR considera que el fin de Elnosa es un éxito colectivo de la sociedad pontevedra, "que lucha desde hace ya demasiado tiempo por la recuperación de la ría"