La Ley de racionalización y reforma de la Administración local ha reducido las competencias de los concellos en materia educativa e imposibilita que asuman cualquier actuación a mayores de las obras de conservación y mantenimiento de colegios. La situación afecta a todos los municipios de Galicia, pero el de Pontevedra ha decidido rebelarse y pedir autorización a la Xunta de Galicia para seguir prestando servicios que asumían antes de la reforma legal, tales como los convenios que suscribían con las Anpa de los centros educativos y la Fanpa (Federación de Anpas).
La concejala de Educación, Carmen Fouces, ha indicado este lunes que la semana pasada desde el Concello se remitió un completo dossier a la Xunta de Galicia con las actividades realizada a través de esos convenios, las memorias de actividad los últimos años o los presupuestos manejados para apoyar la petición de una autorización expresa para poder seguir ejecutando esos convenios.
La petición pide poder dar continuidad a los programas y actividades educativas complementarias en los colegios de Primaria e Infantil en el Concello y va dirigida a la Dirección Xeral de Administración Local. Tras su recepción, tiene tres meses para responder. Mientras tanto, el Concello irá adelantando trámites para poder estar en disposición de recuperar el tiempo perdido en caso de que se le conceda el permiso.
La medida afecta a dos convenios con la Fanpa y las subvenciones a las Anpas
El Concello quiere conocer la posibilidad de convocar una línea de subvenciones para la financiación de las actividades extraescolares de los centros educativos y de organizar actividades complementarias desde el Concello. En concreto, las actuaciones que la nueva ley impide firmar dos convenios que el Concello suscribe desde hace años con la Fanpa y pone en peligro los servicios que se prestan asociados a los mismos. Uno de ellos, de 206.000 euros, permite la puesta en marcha de los comedores escolares y el Plan Madruga, una colaboración con la asociación de TDH, actividades con las familias y el propio funcionamiento de la Federación. El otro, de 50.000 euros, se destina a las ludotecas de verano y Navidad y a las becas de comedor.
A mayores, el Concello concedía 25.000 euros en subvenciones a las distintas asociaciones de padres de cada colegio en base a una convocatoria pública anual. Ni estas ayudas ni las de la Fanpa puede seguir concediéndolas por ley, pese a que "o diñeiro o temos, a intención a temos e a necesidade existe".
Los convenios con la Fanpa que están actualmente en vigor permiten todavía prestar los servicios de todo este año, pero, en el caso de las Anpas, habría que sacar una nueva convocatoria en el mes de septiembre. En estos momentos, todo está en suspenso a la espera de la respuesta de la Xunta.