La viuda del crimen de Ponte Caldelas asegura que estaba aterrorizada: "intenté que quedásemos como amigos, pero él ya estaba obsesionado"

Pontevedra
14 de octubre 2019

Sandra Martínez relató este lunes con todo lujo de detalles cómo fue su relación con el único acusado por este caso, Marcos Vidal González, durante los dos años anteriores y durante la mañana del crimen y expuso ante el tribunal de jurado que, pese a vivir amenazada, no denunció por miedo a represalias

Marcos Vidal, autor confeso del crimen de Ponte Caldelas
Marcos Vidal, autor confeso del crimen de Ponte Caldelas / Cristina Saiz

La viuda de Manuel Rivas, víctima del conocido como crimen de Ponte Caldelas, relató este lunes con todo lujo de detalles cómo fue su relación con el único acusado por este caso, Marcos Vidal González, durante los dos años anteriores y durante la mañana del crimen y expuso ante el tribunal de jurado que juzga los hechos que tanto ella como el fallecido vivían amenazados y vigilados por el sospechoso, pero nunca denunciaron por miedo a represalias

Sandra Martínez Araújo declaró como testigo durante una hora y 45 minutos durante el juicio que comenzó este mismo lunes en la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra. Antes de ella, Marcos Vidal había reconocido el crimen:  "declárome culpable e sempre me declararei culpable (...) levo catro anos esperando a que me xulguen e poder cumprir a miña condena tranquilo, nada máis (...) se eu perdese a un fillo pediría que encarcerasen a esa persoa ou que a fusilasen se fosen outros tempos".

El juicio continuará este martes con la declaración de 21 personas, entre ellas, 18 guardias civiles y peritos que ya estaban previstos y otros tres testigos que quedaron pendientes de este lunes. La sesión tuvo que interrumpirse pasadas las siete de la tarde por un fallo en el sistema de grabación de la sala de vistas y, finalmente, la magistrada que preside el tribunal, María Jesús Hernández, decidió aplazar el resto de las declaraciones. 

Todas las partes implicadas en esta causa y también la propia Audiencia parten de la base de que Sandra mantenía o había mantenido una relación sentimental con el acusado, pero, durante su declaración, ella lo negó. Le conoció porque su marido, conocido como Manolán, y ella tenían una charcutería en Arcade (Soutomaior) al lado de la peluquería de Marcos y en febrero de 2014 "intentamos conocernos un poco más", pero asegura que tan solo durante un mes, pues "me di cuenta de que era una persona agresiva y no continué con la relación".

Al respecto, asegura que lo que tuvieron "para mí no fue una relación sentimental", pero él "fabulaba con cosas que no eran reales" y se creyó que sí. De hecho, según su testimonio, "intenté que quedásemos como amigos, pero él ya estaba obsesionado". A partir de ahí, empezó a vigilarla y amenazarla y a finales de 2014 ella y su marido incluso cesaron su convivencia durante unas semanas "porque nos tenía amenazados a los dos, que nos mataba si nos veía juntos".

A pesar de que asegura que nunca estuvieron juntos como pareja, reconoce que hablaban a diario y se enviaban whatsapp, pero se justifica asegurando que era porque "él me lo exigía" y que la mayoría de las veces ella le respondía con monosílabos y que "nunca fue por voluntad propia".

"Le tenía que llamar porque si no se hacía daño a él. O a mí. Y a Manuel. Y a mi familia", relató, si bien reconoció que se fue de viaje con él a Asturias -"me llevó él", matizó-. Aquellos meses fueron, según su relato, muy difíciles porque "me tenía aterrorizada" y tenía "amenazados de muerte" al matrimonio.

Ese miedo le llevó a no denunciar los hechos y relató que un día le había dicho que le denunciaría y él le respondió"que de la cárcel que se salía y que vendría a por mí". Además, asegura que tanto su psicóloga como una agente de la Policía Nacional a la que contó los hechos le recomendaron no denunciar por miedo a esas represalias. 

A pesar de durante la fase de instrucción el acusado declaró que ella le había dado las llaves de su casa para que fuese a darle un susto a su marido, ella niega tal circunstancia y también que la navaja con la que el acusado le asestó más de 20 cuchilladas fuese de su marido

El acusado asistió a la declaración de la mujer con cierta inquietud. Por momento, se derrumbó, otros negó con la cabeza y otros sonrió con cierta incredulidad ante su relato. En su declaración -breve, de apenas un minuto- sí se derrumbó y rompió a llorar.  

El día del crimen, Sandra aseguró que, cuando empezó a sospechar que Marcos podría estar haciendo algo malo a su marido le llamo hasta cuatro o cinco veces seguidas, hasta que se descolgó el teléfono y escuchó a su marido gritando: "no, Marcos, no".

Además, relató que, tras acuchillar a Manolán, el acusado le dijo por teléfono: "lo maté, ven aquí a limpiar la sangre. Ven a limpiar todo esto" todo "en un tono sarcástico". Ella "no daba crédito a lo que estaba escuchando" porque "nunca me esperaba hiciese eso".

La declaración de Sandra empezó por la mañana y terminó tras un receso para comer. Por la tarde también declaró una amiga suya que relató que era amiga del acusado y llegó un momento en que empezó a estar más con é, y la veía "ilusionada", si bien "nunca" le dijo que tuviesen una relación sentimental o sexual o de pareja. En todo caso, duró poco tiempo porque "él empezó a acosarla y a vigilarla". La propia amiga presenció un día cómo le dijo, por teléfono, que estaba delante de casa de sus padres y les amenazó con hacerle daño "a hachazos". 

El hermano del acusado, sin embargo, asegura que sí tuvieron una relación y que él a Sandra la conoció como novia de su hermano. "Estaban como dous rapaces de 15 anos. Moi acaramelados", indicó.

Además, relató que el día del crimen Marcos le llamó para que fuese a su casa y, al llegar, le confesó: "Sandra enganoume, fun ali e chimpei ao tipo. Levame a Ponte Caldelas. Voume entregar". Él no le creyó. 

También la hermana del fallecido asegura que conoció esa relación y que habló con su hermano de ella. "Él ya lo sabía y me dijo: yo ya le dije a ella que si se quiere ir con él, no le pondré ningún impedimento". Según esta testigo, Sandra le decía a Manuel que Marcos les amenazaba, pero él no se sentía amenazado y le aseguraba: "a mí cuando me ve, se acobarda y baja la cabeza". 

Eso sí, reconoce que en diciembre de 2014, once meses antes del crimen, se fue a vivir a casa de mis padres unas semanas porque "ella le dijo que tenían que irse uno o el otro porque si le encontraba juntos, les mataba". Añade, además, el carácter poco violento de su hermano, que era "la persona más pacífica que te puedes echar a la cara".