La muerte de Manuela Barbosa, cuyo cadáver fue localizado el 18 de junio en una finca de Arcade (Soutomaior), fue violenta y la Guardia Civil la está investigando como un homicidio.
Así lo han confirmado este martes fuentes oficiales de la Guardia Civil, tras adelantar La Voz de Galicia el informe de la autopsia realizado por el forense Fernando Serrulla en el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga).
Según la información a la que ha tenido acceso PontevedraViva, el cráneo de Manuela Barbosa localizado en una finca del barrio de O Conde presentaba varios golpes, de ahí que la principal conclusión de los investigadores es que la mujer recibió varios golpes en la cabeza.
El arma homicida no ha sido concretada pero sí que esos golpes en la cabeza fueron realizados con un objeto contundente.
La investigación la lleva el grupo de delitos contra las personas de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Pontevedra que, de momento, no han recibido el informe oficial de la autopsia, pero sí información verbal del Imelga que adelanta que todo apunta a una muerte por homicidio.
La Guardia Civil está pendiente de ese informe oficial de la autopsia y también del resultado del análisis de la dentadura realizado por el Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil de Madrid sobre los restos localizados en Arcade. Los investigadores trabajan con la hipótesis de que el cuerpo pertenece a Barbosa, vecina de Redondela, pero desaparecida en 2021 en Arcade, pero el ADN todavía no lo ha confirmado.
En las últimas semanas, los investigadores de la Policía Judicial tomaron declaración a los vecinos de la zona del barrio de O Conde, donde fueron localizados los restos, así como con familiares y allegados de la mujer.
Barbosa desapareció en julio de 2021, cuando tenía 66 años, tras acudir a visitar a su hija en Arcade y sus restos fueron localizados a apenas 200 metros del domicilio de su hija, de modo que esta circunstancia podría encajar con la posibilidad de que falleciese ya ese mismo día, tras abandonar la vivienda.
En las inmediaciones de la zona donde se encontró gran parte del esqueleto apareció la cartera de esta mujer, en la que había varias fotografías de la fallecida. También se encontraron efectos personales de su propiedad, entre ellos, algunas joyas que llevaba el día de su desaparición.
El caso se ha judicializado en los juzgados de Redondela y la autopsia se realizó en las instalaciones del Imelga en Verín (Ourense).