"Tivemos moita sorte", señala la concejala de Seguridade Cidadá de Pontevedra, Eva Vilaverde, mientras continúan controlándose los restos del incendio que se generó en la tarde del domingo en las instalaciones de la antigua nave de Pontesa. Recuerda que hay una persona herida de gravedad, que continúa hospitalizada pero alerta de que las consecuencias pudieron ser mucho más graves y afectar a un número mayor de población.
"Atopamos un auténtico polvorín con toneladas de material inflamable", explica la responsable política de seguridad en el municipio. El material se encontraba formado por grano, cereales, pipas de girasol en naves de gran altura y formando montañas de más de 10 metros de alto y 15 metros de ancho, según expuso este lunes.
Añadió que la actividad que se estaba realizando en la zona carecía de licencia de actividad y tampoco disponía de las mínimas medidas de seguridad: "sen sistema de extinción de incendios, sen hidrantes". Añade que fue necesario que los Bomberos transportasen el agua y usar un carrusel de medios para disponer de agua para la intervención. "Non hai cambio de titularidade nin solicitude para almacén ou calquera outro tipo de actividade" en los registros municipales, apuntó la edil.
El incendio se generó, según los primeros indicios, en una gran montaña de cereales situada en el centro de la instalación que se encuentra comunicada con otras dos que ocupan varias naves. El calor generado provocó que explotase la cubierta y la uralita con el consiguiente peligro de expansión de amianto. "Ardía fibrocemento", argumentó. La causa del inicio de las llamas todavía se investiga por parte de los bomberos y de la policía judicial.
La concejala recordó que una nave de almacenaje de estos productos debe estar preparada para que no haya humedad, con medidas para enfriar el material en caso de alerta, con hidrantes para utilizar en caso de incendio y, sin embargo, en esta situación de emergencia "non tiñamos nada", se lamentó Vilaverde. "Foi unha extinción complexa pola temperatura que alí se acada. É un material inflamable amoreado en toneladas que acumula temperaturas moi altas", reconoció.
Por este motivo, la Xunta de Goberno del Concello de Pontevedra ordena el cese inmediato de la actividad dentro de esas naves y se iniciará un expediente de reposición de la legalidad, ya que ninguna de las actividades que se acometía en este espacio era conocida por la autoridad municipal, según explicó. "As naves non podían ter este material nin dentro nin fóra, onde hai madeira que se podía ver afectada polo incendio", añadió.
Por otra parte, los servicios jurídicos estudian a qué administración corresponde iniciar el expediente sancionador al encontrarse esta nave en terrenos de protección marítimo-terrestre.
El estado de la situación en la zona ha dejado de ser de emergencia y ha pasado a ser de trasiego, según informó la concejala. Ahora corresponde a la empresa, en la zona se encontraban operarios del Grupo Nogar, a retirar los materiales utilizando las medidas de seguridad necesarias atendiendo a la normativa.