Rondaban las siete de la mañana, en el exterior era todavía de noche y, sin embargo, en el callejón de Santa Ana, en el barrio pontevedrés de Estribela, la actividad era frenética. Alguien empezó a llamar a los timbres de todas las viviendas y, cuando los vecinos se despertaron alarmados por el ruido, descubrieron que el responsable era un joven totalmente desnudo, con quemaduras en distintas partes del cuerpo y "muy asustado y aturdido". Pedía ayuda. En el exterior, además, un gran incendio iluminaba la oscuridad. El vehículo de este chico, que ardía con intensidad.
A partir de ahí, la situación se fue complicando por momentos y, horas después, a mediodía de este jueves, los corrillos de vecinos de sucedían por la zona comentando el "extraño" incidente que habían vivido.
Mientras tanto, el joven herido, un vecino de Marín de 29 años, soldador de profesión y con dos hijos pequeños, se recuperaba en el hospital de las quemaduras sufridas y la Policía Nacional investigaba los hechos.
Entre las personas que se acercaron hasta la zona cero de este extraño suceso este jueves estaban familiares del joven protagonista, preocupados por su estado actual y por lo ocurrido.
Su madre se enteró de lo ocurrido a las 9.30 horas de la mañana, dos horas después de lo ocurrido. Su hijo llamó a su ex pareja y madre de sus hijos para decirle que estaba en el Hospital Montecelo -luego trasladado a Hospital Juan Canalejo de A Coruña-. Estaba muy nervioso y se echó a llorar, pero no les contó ningún detalle.
Su familia se acercó a verle y lo encontraron muy nervioso. "No nos dijo qué había pasado" y tampoco los médicos ni la Policía Nacional les ha facilitado datos al tratarse de una investigación en marcha, de modo que lamentan que no saben exactamente qué ocurrió al margen del relato de los vecinos que le atendieron en un primer momento.
"Hasta el momento solo sabemos que el coche ardió, que tiene un brazo y una pierna quemados y lo llevaron hasta A Coruña y nada más", indica su madre.
El entorno de este joven reconoce que en los últimos tiempos ha tenido problemas relacionados con el consumo de drogas. "Anda en malos pasos", señala su madre, que no menciona en ningún momento ningún consumo de sustancias ni detalles de la vida de su hijo, que reside con ella desde su reciente separación. Sin embargo, nunca pensaron que estuviese rodeado de tanta violencia ni que le pasaría algo similar a lo que relata que pasó en la última madrugada.
El primo del herido también insiste en que no conocen detalles de la investigación porque la Policía "está haciendo su trabajo". Ellos no manejan ninguna hipótesis sobre la causa de lo ocurrido. Algunas fuentes consultadas hablan de un ajuste de cuentas, pero su familia no lo baraja "ahora mismo" porque "esto nos coge en blanco a todos".
Ramón fue uno de los primeros en ver a este joven a las siete de la mañana en Estribela. Según relató a PontevedraViva, sus perros empezaron a ladrar, se despertó, encendió la luz y al momento le llamaron al timbre. Salió con cautela de su vivienda, situada a apenas unos metros del lugar en el que ardía el coche, y vio a este joven "detrás del muro, asustado".
El chico estaba desnudo y Ramón le prestó ropa para taparlo. "Estaba muy aturdido y asustado", recuerda. Estuvo un buen rato hablando con él, mientras llegaban los bomberos, las policías Local y Nacional y una ambulancia. Ahí, le contó lo que había pasado.
"Dijo que le quitaron la ropa ahí abajo (señala a otra zona de Estribela), le dijeron una paliza y lo metieron en el coche y le prendieron fuego", explicó". Además, añadió "que él no sabía cómo llegó aquí, que se despertó aquí", en alusión a que tras la paliza, le metieron en el coche sin que él supiese a dónde iban y, de repente, se despertó y sintió que el coche estaba ardiendo.
Logró salir a través de los asientos traseros del coche y luego por una ventana. En ese momento, asustado, empezó a llamar a todas las viviendas hasta que Ramón le abrió.
Al mismo tiempo que Ramón, se despertó su vecina María Soledad. Le llamaron a la puerta, su perro empezó a ladrar y salió "a ver qué pasaba". Se encontró "a un chico desnudo completamente" que, nada más verle, según asegura, le dijo: "me acaban de violar y me acaban de quemar el coche". No existe constancia de esa supuesta violación que este joven relató en caliente.
Cuando María Soledad le iba a dar ropa, ya vio a Ramón y lo dejó con él. Después ya escuchó a la policía y los bomberos y vinieron las explosiones, dos al menos, desde dentro de vehículo.
Además, el fuego se extendió camino a bajo por una vía peatonal situada justo al fondo del callejón, donde apareció el coche calcinado. Era un Dacia Sandero propiedad del joven quemado.