David Oubel, ante un nuevo juicio por apropiarse de dinero de comunidades de vecinos

Pontevedra
15 de noviembre 2018

La Fiscalía acaba de presentar escrito de acusación contra el parricida de Moraña por haberse quedado de forma indebida con una cantidad que supera los 69.000 euros de ocho comunidades de vecinos de Caldas y Moraña. Pide que sea condenado a cuatro años y medio de prisión  

David Oubel, durante el juicio en la Audiencia Provincial de Pontevedra
David Oubel, durante el juicio en la Audiencia Provincial de Pontevedra / Mónica Patxot

David Oubel Renedo, condenado a prisión permanente revisable por el asesinato de sus dos hijas de 4 y 9 años usando una sierra radial, se encuentra ante un nuevo proceso judicial, en este caso, por un delito bien diferente al que le mantiene en el centro penitenciario de Mansilla de las Mulas (León), un delito continuado de apropiación indebida. 

El parricida confeso lleva más de dos años bajo sospecha e investigado por la Fiscalía Provincial por la gestión que hacía de las comunidades de vecinos de la comarca de Umia desde la inmobiliaria familiar que regentaba en Caldas de Reis. Se trata de hechos que sucedieron desde el año 2013 hasta 2015, año en el que fue detenido por el brutal parricidio.

Una vez finalizada la fase de instrucción que lideraba un Juzgado de Caldas de Reis, el fiscal del caso acaba de formular escrito de acusación, de modo que se acerca la celebración de un juicio en el que podrían personarse como perjudicadas unas ocho comunidades de vecinos. La vista oral, que lo volvería a sentar en el banquillo de los acusados de la Audiencia, podría retrasarse por la posible personación de múltiples personas como acusación particular. 

El escrito del fiscal que tiene en sus manos el juzgado implica una petición de que Oubel sea condenado a cuatro años y medio de prisión por quedarse con dinero de ocho comunidades de vecinos de los municipios de Caldas y Moraña y el pago de una multa de 1.800 euros, diez meses a razón de seis euros al día.

Según el escrito de acusacion, se habría apropiado de una cantidad que supera los 69.000 euros desviando fondos de las comunidades de vecinos que gestionaba para tener un beneficio personal. 

La inmobiliaria era propiedad de David Oubel y de su hermana y fue ésta la que, tras haber detectado posibles irregularidades, denunció los hechos. La mujer estuvo personada desde el inicio de este procedimiento que se sigue en el juzgado caldense por haber resultado perjudicado por la presunta estafa que se atribuye a su hermano. 

David Oubel fue en el año 2017 el primer condenado en España a la pena de prisión permanente revisable por un brutal crimen que había cometido dos años antes, el 31 de julio de 2015, en su casa de Moraña. Un jurado popular concluyó por unanimidad que asesinó brutalmente a sus dos hijas con una sierra radial eléctrica y un cuchillo de cocina y que lo hizo con alevosía y aprovechándose de que las niñas estaban "indefensas".

Ya en la propia sala de vistas, fue condenado de viva voz por la magistrada Nélida Cid, que días después redactó una sentencia en papel en la que insistió en la brutalidad del crimen de David Oubel, que en el juicio recibió calificativos como "mostruoso". La magistrada destacó en esa sentencia que los hechos por los que se le condenó están "caracterizados por su gravedad" y revelan en el acusado "peligrosidad y carencia de los mas elementales valores y escrúpulos".

Además de la condena de prisión permanente revisable, acabó condenado a la pena de alejamiento o prohibición de aproximarse a su exmujer y madre de las niñas, Rocío Vieitez Ferro, a su domicilio, a su lugar de trabajo o cualquier lugar en el que se encuentre a una distancia inferior a mil metros y prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio, ya sea verbal, escrito, postal, telefónico telegráfico, telemático o informático durante 30 años. En concepto de responsabilidad civil la indemnizará con 300.000 euros. 

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