Acusan de amenazas, lesiones y daños al camionero que atacó a dos ciclistas al grito de "ven aquí que te mato, cabrón"

Pontevedra
18 de febrero 2020

La Fiscalía pide que sea juzgado por tres delitos leves y condenado a 19 meses de multa (un total de 5.700 euros) y el pago indemnizaciones a sus dos víctimas. El camionero les atacó con un martillo, a uno le destrozó la bicicleta y a otro le golpeó en el hombro y la cabeza, dejándole como secuela estrés postraumático moderado   

Un transportista se enfrenta a dos ciclistas en la entrada de Ence / PontevedraViva

Francisco Javier L.F., el camionero que en octubre del 2018 atacó con un martillo a dos ciclistas en el acceso a la fábrica de Ence, se enfrenta a una acusación por los delitos de amenazas, lesiones y daños. La Fiscalía pide que sea juzgado por esos tres delitos, todos ellos leves, y condenado a 19 meses de multa (un total de 5.700 euros) y el pago indemnizaciones a sus dos víctimas y al Servizo Galego de Saúde. 

Los dos ciclistas presentaron denuncia por estos hechos y, tras la investigación realizada en el Juzgado de Instrucción número 3 de Pontevedra, la Fiscalía decidió presentar un escrito de acusación en el que detalla el ataque atribuido al camionero y que formuló a sus víctimas amenazas como "ven aquí hijo de puta, ven aquí que te mato, cabrón", "marcha que te jodo" o "márchate, que te mato".

Los hechos ocurrieron sobre las 13.05 horas del 25 de octubre de 2018, cuando el acusado circulaba por la carretera nacional N-546 y se dirigía a la vía de acceso a la factoría de Ence en Lourizán. Dos ciclistas se colocaron delante del camión con el fin de recriminarle por un presunto incidente de tráfico anterior, se apearon de sus bicicletas, dejándolas en el suelo delante del camión, y se encaminaron a la cabina. 

Según recoge la fiscala del caso en el escrito de acusación presentado, uno de los ciclistas subió al estribo de acceso a la cabina llamando en la ventanilla mientras el otro llamaba en la puerta, instándole ambos a bajar del camión. 

Momentos después, el acusado, enfadado, bajó del camión con un martillo en la mano y persiguió al primero de ellos mientras le decía "ven aquí hijo de puta, ven aquí que te mato, cabrón", sin que lograra darle alcance. Acto seguido, se dirigió hacia donde estaba la bicicleta propiedad de este ciclista y la golpeó con el martillo y dio patadas, tirándola luego a la maleza.

Inmediatamente después, se dirigió al segundo ciclista y, tras gritarle "marcha que te jodo", le golpeó con el martillo. Le alcanzó en el hombro y en la cabeza, que llevaba protegida con un casco, y luego le dijo "márchate, que te mato".

A consecuencia de la agresión, este segundo ciclista, que tenía 44 años, sufrió un traumatismo craneoencefálico leve y un trastorno por estrés postraumático. Tardó 135 días en curar, de los que 85 le supusieron un perjuicio moderado y los restantes 50 un perjuicio básico. Le resta como secuela un estrés postraumático moderado y también tendrá que reponer el casco que  le destrozó, valorado en 199,95 euros.

A consecuencia de los golpes propinados, la bicicleta del primero de los ciclistas, marca Giant Propelpro, sufrió desperfectos cuya reparación, según el presupuesto aportado por el afectado a la causa judicial, ascenderá a 4.181,95 euros (180 se refieren a mano de obra, 329 a unas zapatillas giro, 190 a unas gafas, y el resto al valor de las piezas deterioradas)

La fiscala pide que sea condenado a tres meses de multa a razón de 10 euros diarios (un total de 900 euros) por un delito leve de lesiones, dos meses de multa con la misma cuota (un total de 600 euros) por el delito leve de amenazas y 14 meses de multa con idéntica cuota por el delito de daños. 

Además, deberá indemnizar al ciclista al que golpeó con el martillo con 8.877,42 euros: 4.590 por los 85 días de perjuicio moderado, 1.600 por los 50 días de perjuicio básico, 2.487,47 por la secuela de estrés postraumático moderado y 199,95 por el coste de reposición del casco deteriorado.

Al segundo ciclista, al que tan sólo causó daños en su bicicleta, pero no personales, deberá indemnizarlo con la cantidad que se acredite en el juicio, y también deberá pagar 779,30 euros al  Servizo Galego de Saúde por la asistencia prestada al lesionado.