Más allá de nuevos alcaldes o de cambios en la composición de algunos gobiernos, las elecciones municipales celebradas en mayo provocaron un importante cambio político en la provincia. Ocho años después, la Deputación de Pontevedra volvió a manos del PP.
Llegó a su fin la era de Carmela Silva, que había estado todo ese tiempo al frente de un bipartito PSOE-BNG. Los tres diputados provinciales que los socialistas perdieron en Vigo, Pontevedra y O Baixo Miño en favor de los conservadores, decantaron la balanza hacia los populares.
Pocos habían apostado porque este cambio se iba a producir. Ni entre el equipo de Silva ni en el propio PP. Para que Luis López pudiera presidir la Deputación tuvieron que dimitir dieciséis personas. El máximo responsable del PP provincial cerraba la lista de Rodeiro como suplente.
Con la mayoría absoluta asegurada, con 14 de los 27 diputados provinciales, López tomó posesión en julio, prometiendo abrir una nueva etapa y aplicar "solucións diferentes e políticas distintas", orientando su acción de gobierno hacia los ayuntamientos.
Lo dejó claro en su nuevo gobierno, con la viguesa Marta Fernández-Tapias y el pontevedrés Rafa Domínguez como vicepresidentes, a los que acompañaron hasta siete alcaldes y alcaldesas en su "núcleo duro", entre ellos la marinense María Ramallo o el cotobadés Jorge Cubela.
En sus apenas cinco meses al frente de la Deputación, el gobierno de Luis López ha revisado casi todos los programas heredados del anterior ejecutivo provincial, del que quiso desterrar hasta la imagen corporativa instaurada por socialistas y nacionalistas.
Esta nueva etapa en el gobierno provincial comenzó con nuevo logotipo, en color verde y con alusión a los puentes que "unen la provincia", y acabó, al menos en lo que 2023 se refiere, con la aprobación de su primer presupuesto que, con 189 millones, es el más alto de su historia.
Durante todo este tiempo fueron noticia la paralización del concurso de rehabilitación de Santa Clara, el nombramiento de Ángeles Tilve como primera directora del Museo de Pontevedra o el regreso del acto de inicio de curso político del PP al castillo de Soutomaior.
La cesión definitiva de la Escola de Canteiros a la Xunta de Galicia, un nuevo plan de ayudas a los concellos o la posible cesión a Sogama de todo el programa Revitaliza, una de las 'joyas de la corona' del anterior gobierno, fueron otros de los pasos dados a lo largo de estos meses.