La violencia machista está presente en el día a día de Pontevedra, como de la de toda España, con cifras que la han convertido en lacra, pero este año ha tenido especial incidencia en la provincia, en especial en el segundo semestre del año.
Este 2015 pasará a la historia por ser el año con la primera víctima mortal de violencia de género en el término municipal de Pontevedra, la vecina de Ponte Sampaio Conchi Reguera Peón, pero la crónica negra también incluye otros sucesos llamativos como el asesinato de dos niñas en Moraña presuntamente a manos de su padre o el hombre que mató al marido de su ex pareja en Ponte Caldelas.
El crimen de Conchi sacudió Ponte Sampaio el 24 de octubre.Su ex novio, José Antonio Lusquiños Bustelo, conocido como 'Coco', confesó tanto ante la Policía Nacional como en el Juzgado de Guardia que de madrugada la esperó en las inmediaciones de su casa y la acuchilló. Un vecino escuchó los gritos de la víctima y salió al balcón, de modo que en ese momento salió huyendo usando el coche de ella. El vehículo fue localizado en un monte del lugar de Vilar, pero no llegó a localizarse el arma del crimen. El presunto asesino fue detenido horas después en su casa de Soutomaior y permanece en prisión provisional.
El crimen de Morañaes el que causó mayor consternación. Ocurría el 31 de julio en el lugar de O Casal, donde David Oubel mató a sus dos hijas de 4 y 9 años usando una máquina radial para la que había comprado el disco el día anterior.
El presunto parricida estaba separado de la madre de las menores y las tenía en la que había sido la casa familiar para pasar las vacaciones de verano. Tenía que entregarlas a su ex mujer al día siguiente del crimen y permanece desde el 1 de agosto en prisión provisional.
En Ponte Caldelas la crónica negra la escribió Marcos Vidal González. Como él mismo confesó ante la Guardia Civil, en la mañana del sábado 28 de noviembre acudió al piso de su ex novia en Ponte Caldelas y mató al marido de la chica usando un cuchillo.
A continuación, se fue del lugar, fue a su casa de Arcade (Soutomaior) para cambiarse y regresó a Ponte Caldelas. Desde allí llamó a la Guardia Civil para confesar y decirle que estaba en la playa fluvial, entregandoi el arma del crimen. Tras eso, fue detenido, fue ingresado 24 horas en Psiquiatría y permanece en prisión provisional por estos hechos.