Por primera vez esta temporada el Pontevedra Club de Fútbol se quedó a cero, sin ver puerta en el encuentro que le enfrentaba al Navalcarnero correspondiente a la jornada 11 de liga. Por ese motivo muchos de los aficionados presentes en Pasarón se acordaron de uno de sus ídolos, el delantero Rufo, lesionado en su tobillo desde hace varias semanas.
Los que madrugaron para llegar al estadio pontevedrés pudieron ver al ariete madrileño corriendo sobre el césped, una imagen que disparaba el optimismo de un regreso cada vez más cercano.
Sin embargo en la rueda de prensa posterior al partido Ángel Rodríguez se encargó de rebajar esa sensación asegurando que se trata de "una lesión con la que tenemos que tener calma".
Rufo cayó lesionado el pasado 24 de octubre en Segovia, siendo diagnosticado días después con un "esguince de grado II-III con edema óseo postraumático en astrágalo". Esta dolencia, reconocieron desde el club, cuenta con un periodo estimado de baja de entre 4 y 6 semanas, lo que llevaría el horizonte del regreso del goleador hasta el mes de diciembre.
"Le queda todavía para recuperar, es cierto que está avanzando su recuperación pero es lenta", señaló este domingo el técnico granate defendiendo que "todos sabemos que es un jugador fundamental para nosotros, pero entiendo que lo fundamental para él y para nosotros es que se recupere bien y que cuando vuelva lo haga sin nigún problema", zanjó Ángel Rodríguez descartando a su futbolista al menos para la próxima jornada de liga, en la que el Pontevedra visitará el campo del Real Avilés.