La Federación de Vela defiende el confinamiento de Támara Echegoyen y el equipo preolímpico en el CEAR de Santander

Pontevedra
06 de abril 2020

La regatista pontevedresa, junto a gran parte del equipo preolímpico, pasa estos días de encierro en el Centro de Alto de Rendimiento que gestiona la federación nacional en Santander, lo que ha provocado críticas al entender que no cumplen con las medidas decretadas en el estado de alarma

Entrenamiento del equipo preolímpico de vela, confinado en el CEAR de Santander Real Federación Española de Vela

La decisión de gran parte del equipo preolímpico de vela, apoyado por la Federación Española, de pasar estos días de confinamiento recluidos en grupo en el Centro de Alto Rendimiento (CEAR) que gestiona la federación nacional en Santander ha provocado ciertas críticas al entender que no están cumpliendo con las medidas decretadas en el estado de alarma y que su situación supone un agravio con respecto a otros deportistas de élite que se esfuerzan por no perder la forma sin salir de sus domicilios.

Tanto es así que hasta la propia Federación Española (RFEV) se ha visto obligada a sacar un comunicado para defender la situación de deportistas como la pontevedresa Támara Echegoyen, que se encuentra recluida en la instalación santanderina junto a su compañera en el 49er FX Paula Barceló y regatistas como Diego Botín, Jordi Xammar, Nicolás Rodríguez, Iago López Marra, Patricia Cantero, Silvia Mas, Joan Cardona y Álex Muscat  y los entrenadores Víctor Payà, Gustavo Martínez y Santiago López-Vázquez. Todos ellos iniciaron el encierro cuando todavía no se sabía qué iba a suceder con los Juegos Olímpicos de Tokyo.

Según la federación, tras la cancelación de pruebas internacionales como el Trofeo Princesa Sofía de Palma previo al decreto de estado de alarma y con el fin de aislar a los deportistas ante el riesgo de contagio tras estar conviviendo con regatistas de otros países "la RFEV les planteó la posibilidad de ponerse en cuarentena preventiva en su casa del centro de preparación de Santander; donde el equipo tiene su base y donde residen cuando no hay desplazamientos por competiciones o entrenamientos".

"La mayor parte del equipo acogió la medida con agrado y, de manera voluntaria, se confinaron en su casa común de Santander, donde no pueden entrenar pero sí trabajar en otras facetas más técnicas de su especialidad, y bajo la supervisión de la doctora de la RFEV", señala el comunicado.

Esta decisión le fue comunicada al Consejo Superior de Deportes, que recomendó el cierre del Centro de Alto Rendimiento como hizo con el resto de instalaciones de este tipo a lo largo de todo el territorio, si bien para la federación de vela el CEAR se ha cerrado al público "permaneciendo en él sólo los deportistas del equipo ya que estos venían de una situación potencial de riesgo".

Según explican a las dos semanas de haber estado confinados un deportista del equipo mostró algunos síntomas leves compatibles con una infección de vías respiratorias altas, pero sin llegar a tener temperatura que pudiera ser considerada fiebre, por lo que iguiendo los protocolos oficiales se informó al Servicio Cántabro de Salud que determinó un aislamiento de dos semanas para todos ellos.

Para la presidenta de la RFEV, Julia Casanueva, "la decisión de reunir a los deportistas aquí, en vez de mandarlos a sus casas, con sus padres o familia, es lo más responsable que podíamos hacer y se planteó de manera voluntaria. Habían estado dos semanas con cientos de deportistas de distintas nacionalidades conviviendo y mandarles a casa hubiera sido un riesgo para ellos y todo su entorno", defendió.

Sin embargo quedan pendientes de que se les comunique la manera de obrar a partir de ahora, por lo que el encierro de los deportistas podría llegar a su fin en los próximos días.