El Estadio Municipal de Pasarón volvió a ser este domingo el salvavidas al que se ha agarrado el Pontevedra Club de Fútbol para creer en sus opciones de permanencia. Cuando ya todo parecía perdido, la remontada y triunfo frente al San Sebastián de los Reyes ha acercado la permanencia a 4 puntos con otros tantos partidos todavía por disputar. Muy difícil, pero no imposible.
Claro que para ello los números hablan a las claras de qué aspecto hace falta imperiosamente mejorar, y son los resultados fuera de casa.
Desde la llegada de Juan Señor, los granates han pasado a ser uno de los equipos más efectivos en su estadio. Quién lo diría tras la goleada frente al Mérida de hace un par de semanas. Pero es que ese ha sido el único lunar en Pasarón con el ex-internacional en el banquillo, lo demás, todo triunfos. El Pontevedra ha ganado como local a Algeciras, Linares, Córdoba y Sanse, cuatro de cinco, o lo que es lo mismo 12 de 15 puntos posibles.
Son números de equipo de parte alta de la tabla, pero contrastan con la cara oscura de los pontevedreses, la que muestran cuando juegan lejos de su templo. Tanto es así que en cuatro partidos a domicilio con Señor todo han sido derrotas, 0 puntos de 12 posibles.
Esta losa es la que ha impedido abandonar la zona de descenso, ya que incluso sumando las dos estadísticas y contando solamente los puntos de las últimas nueve jornadas el Pontevedra sería duodécimo. Pero es algo irreal, y con sólo cuatro partidos por jugarse hasta el final de liga conseguir ganar lejos de Pasarón se hace ya un imprescindible si se quiere aspirar a la permanencia en la categoría.
En el global de la temporada los de la Boa Vila son el peor equipo a domicilio con sólo 7 puntos en su haber, por los 9 del Fuenlabrada, los 11 del Talavera y los 13 del Badajoz, los peores en esta clasificación particular. Un rendimiento muy pobre.
Por delante, el Pontevedra tiene ahora una visita al feudo de un Talavera (domingo 7, 12.00 horas) que marcha último y que podría incluso descender si los granates vencen en El Prado. No vale otra cosa que no sea ganar.
Tras esa cita visitará Pasarón uno de los equipos más en forma de la liga, un Unionistas que llegará con la permanencia en el bolsillo, y se viajará al feudo de otro rival directo, el Badajoz, antes de la traca final que supondrá el duelo contra el Deportivo de la última jornada en casa. Del rendimiento como visitante dependará poder llegar con opciones a la cita.