Las primeras sesiones de Toni Otero al frente del Pontevedra han dejado ver pequeños detalles de su manera de trabajar como técnico, buscando trasladar unas primeras ideas a la plantilla con explicaciones mezcladas de momentos de reprimendas hacia los jugadores, a los que les pide concentración e intensidad.
Lo primero es recuperar la confianza de la plantilla, tocada por la situación y también por la dura derrota en La Balona. Esa goleada sufrida "nos ha dado pie a hablar muchas cosas", reconoció este viernes Toni en rueda de prensa.
Por ello las charlas con los jugadores han sido habituales estos días, acudiendo incluso más tarde que de costumbre al césped del campo de A Xunqueira para realizar el trabajo programado.
En esos primeros entrenamientos el hasta ahora director deportivo ha intentado empezar a imponer su propio estilo al equipo explicando conceptos básicos de lo que quiere que se refleje en el césped. Desde el posicionamiento en el campo o la salida de balón a la presión para robar el esférico al contrario, pasando por los saques de banda. Todo ello unido a momentos de reprimenda a la plantilla perceptibles con claridad incluso desde el exterior del complejo Manolo Barreiro de A Xunqueira, desde donde deben seguir los medios de comunicación las sesiones de trabajo.
"El que pille parado, hace 10 planchas", señalaba este viernes Toni Otero durante el primer ejercicio sobre el verde. Más tarde, se escuchaba también afirmar que "si vuelvo a coger a alguien despistado se va". Pinceladas de mano dura para agitar a sus jugadores.
Todo ello centrado en el propio Pontevedra porque "no me importa lo que haga el Madrid", llegó a afirmar ante sus futbolistas tras preguntarles si "¿alguien de aquí es Raúl González para saber lo que va a hacer?". Porque lo importante para él, señaló después en la sala de prensa, es que "poco a poco tenemos que ir siendo nosotros", y eso pasa por lograr una buena "actitud" a la que aludió como "la única manera de salir de esta".