La apuesta del Pontevedra Club de Fútbol esta campaña fue clara, configurar un equipo competitivo para pelear por lo máximo en una campaña decisiva pero más corta de lo habitual, sobre todo en lo que respecta a su primera fase. Eso llevó a la decisión de confeccionar una plantilla más reducido que en otras ocasiones para aprovechar al máximo los recursos, incluso con fichas sub-23 libres dejando a la cantera oportunidades de aportar su granito de arena.
De primeras esa idea ha supuesto un paso adelante en los granates, instalados desde la primera jornada en las tres primeras posiciones de su subgrupo, por lo que sólo los contratiempos podían hacer variar el plan.
Esos contratiempos han llegado en forma de lesiones de dos futbolistas de peso y ambos en la misma demarcación, el centro del campo, dejando esa parcela coja con sólo dos especialistas como son Imanol y Borja Martínez para los primeros meses de 2021. Romay estará fuera de juego hasta la próxima campaña por su rotura del ligamento cruzado de la rodilla y Adrián Cruz K.O. un mínimo de 8 semanas más las precauciones que siempre exigen dolencias musculares como la que padece en el abductor de su pierna izquierda, por lo que el Pontevedra valora las opciones que ofrece el mercado invernal.
No tendría por qué esperar, al ser la lesión de Romay de larga duración, pero sí es cierto que enero es buen momento para rastrear futbolistas al abrirse oficialmente la ventana de fichajes.
Por ello el departamento de planificación deportiva valora desde hace semanas diferentes nombres de futbolistas, algunos de la Segunda División, con la intención de que si se llega a concretar alguna incorporación suponga una mejora en la plantilla dirigida por Jesús Ramos, al que se le quiere dar todas las armas posibles para meter al equipo en la Segunda B PRO (o Primera RFEF) y después intentar pelear por el ascenso de categoría.