El Pontevedra Club de Fútbol empieza a pensar y planificar la que será la próxima temporada, en la que competirá en la nueva Segunda RFEF, cuarto peldaño del balompié nacional.
Los granates, tras evitar caer una categoría más en la última jornada, abren un periodo de reconstrucción todavía con muchas incógnitas en el aire en relación a su parcela técnica y a una plantilla en la que sólo cinco futbolistas cuentan con contrato en vigor.
Esos jugadores, todos ellos de peso, serían Rufo, Charles, Oier Calvillo, Romay y Álex González. El ariete madrileño se comprometió por dos temporadas y media a su llegada, restándole por tanto un año más para expirar su vinculación, mientras que tanto Oier al ser fichado desde la cantera de Osasuna como Romay y Álex González habrían firmado por dos campañas el pasado verano. Charles por su parte regresó a casa con la intención de exprimir sus últimos años de fútbol y después poder seguir vinculado en otras facetas con el club.
Otros futbolistas contaban con cláusulas de renovación por objetivos, principalmente vinculadas a la categoría en la que competiría el equipo, sin que se llegasen a cumplir.
Esta situación no es en todo caso garantía absoluta de continuidad, como tampoco es descartable la renovación de otros jugadores, especialmente de hombres de la casa como Churre, Santi o Martín Diz.
De todas formas cualquier movimiento al respecto está supeditado a cerrar primero el nombre del entrenador encargado de sentarse en el banquillo de Pasarón y también en quién será el encargado de confeccionar la plantilla, tras la renuncia de Roberto Feáns a encabezar la dirección deportiva. Esas serán las primeras piezas a encajar en un proyecto con el que el club granate espera recuperar el paso perdido este año con la reestructuración de la Segunda B.
Mientras eso no cristaliza, el club se ha ido reuniendo individualmente con los futbolistas para dar por cerrada la temporada.