Para minimizar y compensar los efectos negativos que se registraran durante la Gran Final de las Series Mundiales de Triatlón nació una estrategia de sostenibilidad con criterios sociales, económicos y ambientales que se alían con los objetivos de la Agenda 2030.
Según los datos facilitados por el Concello de Pontevedra, el transporte, los consumos de las edificaciones fijas y temporales o la generación y tratamiento de residuos durante la celebración de la competición deportiva fueron evaluados ofreciendo el dato de 38 toneladas de dióxido de carbono (CO2) equivalentes.
Para contrarrestar este impacto, el gobierno local con Miguel Anxo Fernández Lores, alcalde de Pontevedra, encabezando la iniciativa ha iniciado la plantación de 192 árboles de especies autóctonas, en colaboración con PreZero, para que el evento ofrezca un resultado neutro en emisiones de carbono.
La plantación de abedules y castaños se realizó en el entorno de San Cibrán, en la parroquia de Tomeza, en terrenos de la comunidad de montes.
"Compensamos ese exceso de CO2 que se produxo durante a Gran Final co obxectivo de buscar un evento o máis ecolóxico e sustentábel posíbel. Falamos dun aproveitamento e unha sinerxía entre todos os servizos municipais á hora de realizar esta plantación", manifestó el regidor pontevedrés.
La iniciativa se integra en el movimiento Good Loop, propuesta que recoge que el compromiso con la sostenibilidad de la Federación Española de Triatlón y la idea de reducir al máximo las emisiones contaminantes.
World Triatlon concedió al evento celebrado en Pontevedra en 2023 el certificado de plata de sustentabilidad gracias a esta estrategia.