Personas detenidas, fusiladas, asesinadas en cunetas, escondidas durante años en madrigueras de cortes o huecos de cocina, humilladas… y una larga lista de víctimas del Golpe de Estado de 1936, de la Guerra Civil y de los años de Dictadura de Franco por toda Galicia. Estos son los protagonistas de Un cesto de mazás. Memoria das vitimas do 36 e do tempo que veu, segundo libro de la periodista Montse Fajardo que busca aportar su granito de arena a la recuperación de la memoria de las víctimas de esa etapa negra de la historia de España; de todas las víctimas, también de las que muchas veces han sido todavía más silenciadas que las demás, pues, en palabras de la autora, "detrás de cada persoa fusilada ou asasinada nunha cuneta hai un ronsel doutras vítimas que moitas veces nin sequera son consideradas como tal".
Persiguiendo ese objetivo, Un cesto de mazás habla "de foxas, batallóns, cárceres e exilio", de las víctimas evidentes del 36, pero también de las otras, de "viúvas obrigadas a sacar adiante soas aos seus. Criaturas orfas que non volven á escola porque non se permite a entrada a flllas de rojos. Nais que saen pola noite a pasear por rúas oscuras porque din os vellos que a Santa Compaña anda cos mortos e ellas queren ver ao seu fillo fusilado unha vez máis...". Para Montse Fajardo ellas también son víctimas y por eso este libre "conta que pasou despois do fusilamento, do exilio, do cárcere...".
Para hablar de todas ellas se vale de nombres propios y pone cara, nombre y biografía a 16 historias de represión contadas en todos los casos por personas próximas a las protagonistas. Una de ellas es la historia de Josefina Arruti, muy de actualidad en Pontevedra porque ha pasado a dar nombre a la nueva calle surgida del desdoblamiento de la avenida de Vigo. Al igual que ese nombramiento, este libro sirve para hacer justicia con una persona muchas veces olvidada de la historia pontevedresa.
El capítulo dedicado a Josefina Arruti es, para la autora, "un exemplo desa invisibilidade das mulleres vitimas do 36", pues pasó 18 meses presa y dos años en arresto domiciliario, pero en la ciudad siempre se ha considerado a su marido, el alcalde republicano Bibiano Fernández Osorio-Tafall, como la gran víctima del 36 porque se vio obligado a exiliarse. Montse Fajardo hace suya una apreciación de la hija de Josefina de que su madre "presa primeiro e logo repudiada, sen moitos medios para saír adiante, sufriu tanto ou máis ca el".
Josefina Arruti es tan sólo uno de los vínculos de este libro con Pontevedra, pues la autora, natural de Vilagarcía de Arousa, otorga la paternidad de esta obra a dos pontevedreses: el concejal Luís Bará, que "fixo que o 'meniño' fora así de listo, correxindo os erros lingüísticos" e Ismael Calvo, de Ovo Publicidade, responsable del diseño que "fixo que fora así de guapo". El toque pontevedrés llega también con los capítulos dedicados a Manuel García Amoedo, de Vilaboa o Antonio Alejandre, de Vilaxoán, pero que estuvo preso en Pontevedra; y la ciudad y la comarca están muy presentes en las 16 historias, pues es aquí donde fusilaron a otros dos protagonistas, Amando Iglesias, de Marin, y Celestino Carbia, de Valga; y donde daba clase otra de las víctimas, Ernestina Otero.
Un cesto de mazás, quese presentará este viernes 18 de septiembre a las 21.00 horas en el Salón García de Vilagarcía, es un libro de memoria que tuvo sus orígenes en la primera obra de Montse Fajardo, Matriarcas. Mulleres en pé de vida, y en el programa del Concello de Pontevedra A Memoria das Mulleres. La autora siempre ha sido consciente de que todavía "quedan centos de historias de represión por descubrir", por eso considera fundamental que se promuevan iniciativas como este programa pontevedrés y por eso se decidió a dar forma a un segundo libro. En Pontevedra, el libro será presentado el jueves 24 a las 20.30 en el Pazo de Mugartegui con la presencia de Carmiña Arruti, que hablará de las experiencias de su madre, según explicó Montse Fajardo en la rueda de prensa ofrecida junto al concejal Luis Bará en el Concello de Pontevedra.
Al igual que en su primer libro, cuenta historias de memoria oral, "historias contadas por quen as viviu ou nalgún caso por alguén moi próximo". Una vez más, busca colaborar para que se preserve la memoria oral y colectiva de las gallegas y, en este caso, también de los gallegos porque, como ella misma recoge en el prólogo, "nin podo nin quero seguir dándolles as costas aos esquecidos da nosa Historia".