El regreso de Rufo a los terrenos de juego es una de las grandes preocupaciones del Pontevedra Club de Fútbol en el inicio de año, y es que casi dos meses y medio después de que cayese lesionado en Segovia"a día de hoy no sabemos cuándo va a empezar", ha reconocido este viernes en rueda de prensa el entrenador granate, Ángel Rodríguez.
El esguince de tobillo grado II-III con edema óseo que le fue diagnosticado ha dado más problemas de los previstos durante su convalecencia, a lo que se suma que "hemos tenido un contratiempo con la marcha de Álex, el readaptador, y eso hace que nos tengamos que multiplicar mucho más en hacer cosas que no corresponden al cuerpo técnico y que seguramente con una persona a su lado la recuperación podría ser mucho mejor o más rápida", señala el técnico.
En todo caso "es cierto que cada día está un poco mejor", ha señalado en relación a un futbolista que "entendemos que es un jugador importantísimo que no puede estar más tiempo parado porque él ahora va a necesitar de un tiempo para coger su mejor forma y en el tramo final debería ser un jugador que marque diferencias".
Pese a estos deseos de verle pronto vestido de corto, eso no sucederá esta semana en la primera jornada liguera del año frente al Palencia Cristo Atlético, ya que Ángel Rodríguez ha descartado su entrada en la convocatoria e incluso la ha puesto en duda para el siguiente encuentro contra el Compostela el 23 de enero, tras la semana de descanso fijada en el calendario, aunque para esa cita todavía existe margen con la esperanza de que suponga su esperado regreso a una lista.