El re-debut de Adrián Cruz con la camiseta del Pontevedra Club de Fútbol todavía tendrá que esperar.
Aunque las pruebas a las que fue sometido a su llegada a Pontevedra fueron positivas, según él mismo reconoció, el centrocampista de Moaña sigue sin ejercitarse al mismo ritmo que sus compañeros debido a una lesión en la zona isquiotibial que ya le impidió disputar las últimas jornadas con su anterior equipo, el Guijuelo.
Este miércoles, el canterano empezó la sesión celebrada en el campo de fútbol de Poio junto al resto de la plantilla, pero enseguida se puso a las órdenes de los recuperadores del club para realizar trabajo específico en solitario y terminar retirándose al vestuario antes de que concluyese el entrenamiento.
La idea del club pasa por no tomar riesgos en su recuperación por miedo a una recaída, por lo que se espera que su incorporación al grupo se pueda producir de manera progresiva en las próximas jornadas. De hecho el plan pasa por ir incrementando paulatinamente la intensidad de su trabajo.
Esta situación, aunque no lo descarta al 100% para el duelo del próximo domingo ante el filial del Oviedo, sí hace muy poco probable su participación, teniendo en cuenta además que Carlos Pouso no es partidario de forzar a los futbolistas que salen de una lesión.
La de Adrián Cruz será, salvo contratiempo en los próximos días, la única ausencia por lesión del equipo granate la próxima jornada, topa vez que Berrocal trabaja ya al 100% y se encuentra disponible para entrar en la convocatoria si el técnico lo estima oportuno. La otra baja que deberá afrontar el Pontevedra es de la Romay, en su caso por sanción al cumplir ciclo de amonestaciones.