El actual mapa escolar tiene fecha de caducidad. Tras años de trámites, los colegios de Pontevedra estrenarán el próximo curso 2017-2018 una nueva zonificación. Es decir, qué zonas de la ciudad -y por extensión qué número de alumnos- les corresponden a cada uno de ellos. La propuesta, diseñada por Educación, ha sido avalada por el Consello Escolar Municipal.
Lo ha hecho de forma mayoritaria, con diez votos a favor, cuatro abstenciones y tres votos en contra, entre ellos el de la federación de asociaciones de madres y madres de alumnos, Fanpa Pontevedra que, a pesar de mostrar su apoyo a los criterios fijados para el reparto de colegios, lamentaron que Educación no contara con ellos durante todo este proceso.
Tres de los cuatro inspectores que participaron en el diseño del nuevo mapa escolar, que contó además con las alegaciones presentadas por los propios centros, destacaron que la Xunta prevé aprobar esta zonificación en marzo, para que el proceso de admisión de los alumnos del próximo curso ya se rija en función de esta normativa.
Uno de estos inspectores, Raimundo Naveira, ha explicado que actualmente existen "muchos problemas" con el mapa de escolarización vigente, que data de finales de los años ochenta, porque la ciudad "ha cambiado mucho" y la zonificación no está adaptada al crecimiento de Pontevedra y a la distribución que ha seguido su población en el municipio.
Educación detectó "enormes desequilibrios" entre la oferta y la demanda de plazas de los centros escolares, ya que esta última "satura" determinados colegios del casco urbano en los que hay "dificultades" para conseguir plaza, en detrimento de los situados en la periferia que, en algunos casos, "no llegan a cubrir las plazas que se ofertan".
Así, este nuevo mapa busca resolver esta cuestión, favoreciendo a los centros "que lo tienen más difícil" de forma que ninguno de los colegios de Pontevedra tenga que cerrar ninguna de sus unidades ni prescindir de ningún docente. Se trata, en definitiva, de "racionalizar" la escolarización de los alumnos pontevedreses, aprovechando su modelo urbano.
Los inspectores entienden que la distancia al colegio no puede utilizarse como "criterio único" y apuestan por introducir determinadas variables para decidir a qué colegio corresponden los alumnos que viven en cada uno de los barrios y parroquias del municipio.
Una de ellas será favorecer la "heterogeneidad" en el origen de los alumnos, es decir, que un colegio no acoja solo a niños de un mismo barrio, "huyendo de modelos que establecen en los colegios un perfil muy marcado desde el punto de vista socioeconómico". También se seguirá este criterio en cuanto a los niños con necesidades educativas específicas.
A pesar de ello, Educación garantiza que los padres tendrán "libertad" para decidir el colegio de sus hijos, pero recuerdan que recibirán más puntos -a la hora de adjudicar las plazas disponibles- aquellos que residan en las correspondientes áreas de influencia o los que ya tengan hermanos estudiando en el mismo colegio.
En definitiva, han explicado los inspectores, los criterios de admisión "seguirán siendo los mismos" pero habrá una mayor "flexibilidad" y menos "rigidez" en las peticiones. Además, apuestan porque este mapa pueda revisarse de forma anual, en el seno del Consello Escolar Municipal, para efectuar las correcciones que se consideren oportunas.
PRINCIPALES CAMBIOS
De entrada, bajo estos criterios, el nuevo mapa de escolarización beneficiaría a los colegios de Barcelos, Manuel Vidal Portela o Marcos da Portela, en el casco urbano, y los de Príncipe Felipe, Parada (Campañó) y San Martiño (Salcedo), en el rural. Además, perderían áreas centros como el Vilaverde o el Álvarez Limeses, dos de los que tienen mayor demanda.
Para consultar las zonas del municipio que corresponden a cada centro, pulsad en su nombre.