El profesorado de los centros escolares gallegos en los que estudien alumnos con diabetes tendrán que recibir formación específica sobre esta enfermedad. Es una de las consecuencias de la actualización del protocolo de 'Atención en urgencias sanitarias y atención educativa al alumnado con enfermedad crónica' que acaba de aprobar y hacer pública la Consellería de Cultura, Educación y Ordenación Universitaria de Galicia y que este viernes el conselleiro, Román Rodríguez, trasladó a la directiva de la Asociación de Nenos e Nenas con Diabete de Galicia (ANEDIA).
Román Rodríguez se reunió con la asociación coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Diabetes, que se conmemora este sábado 14 de noviembre, y les facilitó una copia de la nueva addenda de atención al alumnado con diabetes, surgida a partir del citado protocolo. Ambas se enmarcan en la Estrategia Gallega de Convivencia Escolar 2015-2020 'educonvives.gal' y ya se puede consultar el documento íntegro en su página web.
El documento se elaboró a partir de las recomendaciones de padres de alumnos con diabetes y de profesionales del sector educativo y fue consensuado con los responsables de Sanidad. Está ya disponible para toda la comunidad educativa porque le afecta directamente, pues, tal y como indican desde Anedia, hasta ahora el profesorado no tenía ninguna norma que había regulado su actuación con los alumnos con diabetes y los padres y alumnos dependían de que la comunidad educativa tuviese buena voluntad para atender a sus hijos.
El protocolo incluye orientaciones que guiarán al profesorado a la hora de atender al alumnado con diabetes en determinadas circunstancias, como en el momento de realizar ejercicio físico, en actividades extraescolares, en el comedor o en el transporte escolar, de tal manera que se normalizará la particpación de los niños con diabetes en todas las actividades del centro y se acabará con situaciones como las que se daban hasta ahora, con colegios en los que se negaba a estos niños la posibilidad de participar en excursiones o actividades extraescolares o se les impedia ingerir alimentos en el autobús a pesar de que, en muchas ocasiones, se encuentran con situaciones de hipoglucemia a bordo del citado vehículo que exigen comer algo de manera urgente.
Además, recoge los hitos deseables que el alumnado debería conseguir en el control de su dolencia a medida que pasan los años. Se trata de fases que varían según la edad, partiendo de un entendimiento de la enfermedad como una actividad más de su vida hasta conseguir la independencia y autocontrol de la diabetes.
La addenda señala que es conveniente que el profesorado conozca las características más relevantes de la diabetes para tomar las medidas oportunas en cada una de las situaciones y brindar al alumnado el apoyo idóneo. Y añade que es precisa la formación del profesorado y demás personal del centro sobre las características de la enfermedad y la detección y resolución de problemas, especialmente de aquellos que suponen una emergencia.
La noticia sobre la aprobación del protocolo se dio a conocer en un día en el que Anedia, en colaboración con el Concello y la Deputación de Pontevedra, tenía organizados actos en el comedores escolares y en la calle. Los más vistosos ocurrieron a partir de las 20.00 horas en el antiguo edificio del Concello de Pontevedra y en el Pazo Provincial, que se iluminaron de azul, el color de la diabetes.
Delante del Consistorio, y con la presencia de colectivos sociales y políticos, dos niños con diabetes de Anedia leyeron un manifiesto escrito por menores del colectivo en el que reivindicaron que ellos les gustaría que sus amigos y compañeros de colegio y de actividades"soubesen que non somos diferentes e que estamos fartos de que nos digan que somos uns drogadictos, uns monstros, uns robots" cuando son "nenos normais e correntes".
Los niños demandaron más formación e información para ellos mismos, para sus padres, profesores y entrenadores y también cuestiones como caramelos sin azúcar en la cabalgata de los Reis Magos, poder ir al cine sin tener que dejar sus suplementos de glucosa fuera de la sala o que en los bares y restaurantes les sirvan bebidas sin exceso de azúcares. "Non somos bichos raros, somos nenos e nenas normais", reivindicaron para concluir que tienen una enfermedad con la que "podemos facer vida normal".