Después de que el Concello de Ponte Caldelas -a petición de la asociación de vecinos- solicitara el pasado otoño a la Xunta de Galicia que mejorara la seguridad vial en el tramo recto de la travesía de la carretera PO-255 a su paso por Caritel, el gobierno gallego ha atendido esta demanda. La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas ha instalado nuevos badenes reductores de velocidad.
El objetivo de estos lombos es obligar a los vehículos a que respeten los límites de velocidad establecidos en ese núcleo de población, para garantizar la seguridad vial de los vehículos y vecinos de la zona, especialmente una vez ampliada y mejorada la carretera PO-255 entre Ponte Caldelas con Caritel, en el enlace con A Lama y la parroquia de Forzáns.
Los vecinos de Caritel habían trasladado la petición al alcalde en una reunión en la que le expresaron la preocupación vecinal por la falta de seguridad vial existente en esta travesía debido al exceso de velocidad en el que incurren, con demasiada frecuencia, los conductores que la transitan. Al coincidir con una larga recta provoca que los conductores se despisten y superen la velocidad de los 50 kilómetros por hora fijados y señalizados en dicho tramo.
Inicialmente, los vecinos y el Concello de Ponte Caldelas pedían que se sobreelevasen los pasos de peatones existentes o al menos alguno de ellos, lo que provocaría la reducción de velocidad de los vehículos que transitan por esta travesía.
La Xunta ha decidido, por ahora, instalar estas bandas reductoras de velocidad en una zona para probar su eficiencia y en su caso extenderla a otras zonas de la travesía o buscar otras fórmulas.