Queridos lectores, está claro que la moda en general no siempre tiene como finalidad última embellecernos. Véase, por ejemplo, la última tendencia para salir en las fotos: Echar fuera la lengua, cuál vaca holandesa. Algo que se ha popularizado de manera increíble y que yo no acierto a entender por qué.
Otro ejemplo de moda poco favorecedora son los manidos "sneakers" un calzado ultracómodo (¡supongo!), pseudodeportivo, con cuña interior la mayoría de las veces y que embute el pie como si de una butifarra se tratara, amarrándolo hasta el tobillo y haciendo parecer que tienes un pie cúbico similar al de los personajes de los dibujos animados japoneses de los 70.
Modelos de sneakers de Isabel Marant.
Fueron Heidi y Marco los precursores de los sneakers? No quiero ni pensarlo
Está claro que en nuestros años más jóvenes, buscamos la novedad, estar a la última e integrarnos en un grupo. Cuando uno ya pasa de la veintena, comienza a encontrar su estilo antes sujeto a la esclavitud de las tendencias. Pasan los años y la cosa se facilita porque ya tenemos claro qué nos favorece, con qué nos encontramos más cómodos y qué es lo más acorde a nuestra personalidad. Un estilista que trabajaba en París me dijo una vez que no hay mujer que antes de los 40 se vista bien y creo que tenía su parte de razón. La clave es encontrar tu propio estilo, algo que no parece fácil y que, como efectivamente, no lo es, supone una gran fuente de alimentación con la que se nutre la industria de la moda temporada tras temporada. Lo ideal, seguir sutilmente las tendencias incorporando o rescatando en su caso, sólo aquello que realmente nos entusiasme. Por ende, dejar pasar lo que realmente no sea favorecedor ni vaya con nuestro estilo, por mucho que las revistas no dejen de repetirnos que es lo más o por muchas que sean las celebrities que lo lleven. La anti-tendencia que se lleva la palma ahora mismo, en mi modesta opinión, es la nueva versión de ir "arreglá pero informal", o sea, zapatillas deportivas con todo. Antes era llevar tacones con el chándal y se consideraba de pésimo gusto y resulta que ahora se ha invertido y es llevar zapatillas deportivas con tus atuendos diarios o incluso con los más elegantes y resulta que es mega guay. Lo siento, ¡no puedo con ello!Carolina de Mónaco nos sorprendió en el último Baile de la Rosa con vestido de gala y zapatillas sí, estaba recién operada pero supongo que podría haberse puesto un calzado mono y cómodo. Y sí, las zapatillas eran de Chanel, pero zapatillas al fin.
Creo que este modelito tuvo detractores y defensores a partes iguales.
Que ella es bellísima y de tobillo para arriba iba esplendorosa, por supuesto. Pero a mí me chocaba y me dolía ver aquellos zapatillones con el precioso vestido de inspiración oriental también de la firma francesa. Como ella, muchas son las que se han apuntado a esta moda, a mi juicio terrible, de acortar piernas y feminidad a partes iguales. Si queréis ir cómodas hay mejores formas de hacerlo.
El efecto es siempre de "pegote". ¿Qué hacen estas zapatillas ahí?
Por supuesto, que cada uno lleve lo que Dios le dio a entender y que arree con las consecuencias cuando, pasados unos años, vea sus recuerdos con estos estilismos y piense "¡Qué horror!". ¿Alguien se atreve a enseñar sus fotos de los años 80? El tiempo creo que me dará la razón.
¡Besos, abrazos y zapatos bonitos!