Los vecinos del barrio pontevedrés de San Antoniño no salían de su asombro al ver a un jabalí paseando por la calle.
Los primeros sorprendidos fueron los trabajadores y consumidores de la cafeteria Lelé II que vieron bajar al animal por la calle Casimiro Gomez.
Rondaban las 22 horas cuando les pasó por delante el animal "paseando por la calle como si nada" en direccion a las escaleras que van a dar a la Rúa Altamira.
Se quedaron asombrados al ver al jabalí tan lejos de su hábitat. "Si estuviéramos en Lérez, vale, pero encontrarlo por aquí te impacta. Por suerte no había gente ya paseando por la calle y el jabalí no se sintió acorralado", afirman los testigos.
Una de las clientas del bar llamó al 112, pero cuando llegó la Policía Local no lo pudo encontrar por la zona.
Quien sí lo encontró fue Iago Barcala, a las 23:30, cuando volvía para su casa por la calle Altamira. Le pareció escuchar un ronquido de un cerdo y al mirar, allí estaba acostado el jabalí durmiendo en la puerta del zapatero.
"Si llego a casa y les digo a mis padres que he visto un jabalí van a pensar que estoy loco. Por eso les llamé para que lo vieran. Mi madre desde la ventana no se lo creía", destaca Iago. "Pero el jabalí no hacía nada, que pasó por delante de mi padre y todo". Preocupado por si asustaba a algún viandante más, llamó a la policia local.
Al filo de la medianoche, los trabajadores de la cafetería Lelé II volvieron a ver como el animal bajaba por la calle Antón Vilar Ponte, y pasando de nuevo por la cafeteria, desapareció en la Rúa da Seca,donde hace unos días Jacobo Soler ya se había encontrado un jabalí durmiendo.