El lavadero del centro de salud ha recuperado su buen aspecto. El gobierno municipal de Marín ha ordenado su repintado después de que aparecieran pintadas dentro y fuera.
El Concello trató estos incidentes como un acto de vandalismo, ya que los lavaderos se consideran patrimonios culturales de Marín.
Tras la pertinente denuncia judicial, las personas responsables tuvieron que pagar la correspondiente multa, parte de la cual sirvió para restaurar el lavadero a su estado original.
El gobierno municipal condena estos actos, porque suponen un gasto para el erario público en muchas ocasiones y dañan el espacio urbano, "siendo aun más grave", sostienen desde la administración, cuando esta afectación se da en un bien patrimonial.