El Entroido ha llegado a su fin en Poio. Lo ha hecho un par de semanas más tarde de lo previsto. Las lluvias retrasaron la traca final de esta fiesta hasta este sábado.
El broche de oro lo ha puesto, como es habitual, el esperado entierro del Galo Fodorico.
El evento, organizado por la AVC Ronsel con la colaboración del Concello, llenó de luto la Praza do Mosteiro, en donde fue incinerado el conocido personaje del Entroido local, tras participar en una comitiva que partió desde la rotonda de Os Canos.
Tras incinerar al Galo Fodorico, las comparsas animaron la Festa Choqueira, que incluyó una sesión musical y el reparto de chocolate caliente a los asistentes.